Así habría que bautizar al Fondo Monetario Internacional. Una garra poderosa y globalizadora que sin tregua ni descanso está llevando a la explosión social a un buen número de países, especialmente a aquellos del tercer mundo, que por ser pobres y subdesarrollados no pueden cumplir con las exigencias que les hace esa institución financiera, representante suprema de los intereses propagadores del capitalismo salvaje.
A la Argentina la tiene agarrada por el cuello. Apenas puede respirar. Entre los políticos ladrones de la vieja escuela - con Carlos Menen a la cabeza - y ese Fondo Monetario Internacional, han llevado a una nación próspera y rica, como la Argentina, ¡a la más lamentable situación de hambre y desesperación! ¡La maldita privatización!
Si, porque "la mano que aprieta" quiere privatizaciones a toda costa. Que los gobiernos vendan a precio de ganga las empresas estatales a los consorcios económicos internacionales, nuevos amos de la economía global. En las primeras planas de los diarios y en las pantallas de televisión tenemos todos los días el resultado de las privatizaciones.
Caos económico en Argentina donde no se sabe como va a terminar la crisis. Motines callejeros en República Dominicana en protesta contra las empresas de energía eléctrica privatizadas, que han subido sus tarifas hasta las nubes y que dejan al país en la oscuridad con apagones que duran hasta 18 horas al día.
Ahí están las revueltas populares en las ciudades del sur de Perú, como en Arequipa donde se vienen registrando verdaderos alzamientos populares en contra de las privatizaciones, que según el Presidente Toledo no serán detenidas, a pesar de una violencia sangrienta que ha registrado varios muertos, centenares de heridos y pérdidas materiales millonarias. Y no sólo es el sur del Perú, porque en la capital del país también miles de manifestantes marchan por las calles con gritos de protesta contra un gobierno que tiene sublevado en su contra a mas del 70 % de la población.
Colombia, con su guerra civil que parece no tener fin, no se queda atrás. En Brasil, ante la posible victoria del candidato popular Lula Da Silva, ya se está enrareciendo el ambiente. Ya hay quienes dicen por Washington: Que si Lula es un Chávez, le pasará lo que a Chávez. Es decir, que no lo dejarán gobernar tranquilo. Así pasó con Cuba, pero Cuba sigue ahí. Y todos saben porque Cuba sigue ahí.
De Centro-América, mejor no hablar. Allí la solución no se ve por ninguna parte. ¿Y de México? De México hay mucho que decir. Pero mejor pregúntenle a los mexicanos que ni sufren bloqueo norteamericano, ni les falta el "Libre Comercio" con Estados Unidos, ni necesitan "Ley de ajuste cubano" para tener cerca de 20 millones de mejicanos viviendo en este país, mientras otros 20 millones mueren en la miseria con la sola esperanza de cruzar algún día la frontera hacia el "Norte revuelto y brutal que nos desprecia" como lo calificara José Martí.
¡América! ¡Pobre América!
Todo parece una película de horror. ¡La Mano que aprieta! ¡El Fondo Monetario Internacional!
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