La euforia fue como de victoria patriótica cuando llegó a Miami la noticia de que en la reunión de Naciones Unidas celebrada en Ginebra se había condenado Cuba como país violador de los Derechos Humanos. Era como una fiesta porque Estados Unidos se había anotado un tanto en su guerra de propaganda contra el gobierno cubano.

Ahora nos llega desde Londres el informe anual de la organización Amnistía Internacional en el cual son pocos los países que salen indemnes del escrutinio. A Cuba se le menciona, pero como de paso. Mientras que a gobiernos que tuvieron el cinismo de votar contra Cuba como es el caso de Argentina y de Méjico aparecen como flagrantes violadores de la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Cuba no aparece en la lista de países con desaparecidos o torturados. Ni en la relación de naciones donde se producen ejecuciones extrajudiciales con "escuadrones de la muerte", o ejecuciones legales de menores de edad o de retardados mentales como sucede en estos propios Estados Unidos.

Ni que decir de los Derechos Humanos de los pueblos a no vivir con niños en las calles muertos de hambre, como es el caso de muchas naciones de América Latina, cuyos gobiernos doblan la cerviz ante Washington votando contra Cuba y ahora aparecen en el informe de Amnistía Internacional en el banquillo de los acusados. Pero no están solos porque en primer plano aparece también Estados Unidos con toda una serie d violaciones como es el trato abusivo en la cárceles así como la brutalidad policíaca, practica que ya se ha convertido en costumbre reiterada, que no hay día que no aparezca un prueba de esos abusos en la televisión nacional.

¿Y está Miami libre de culpas en cuanto a violaciones de los Derechos Humanos? Se puede tener la conciencia tranquila cuando suceden hechos tan repugnantes como el que acaba de ocurrir hace apenas unos días cuando tres agentes de la policía del Condado Miami-Dade dieron muerte a una persona mentalmente enferma, porque según tres oficiales de la policía se sentían "amenazados" de muerte por un perturbado mental que tenía en sus manos un pincho de cortar hielo?

Según los datos oficiales, en los tres últimos años han ocurridos actos como este en nueve ocasiones. No uno sino nueve veces, han muerto bajo los disparos de la policía personas mentalmente perturbadas de sus facultades mentales. ¿Por qué se les tira a matar? ¿Por qué no se les dispara con balas paralizantes como se hace con animales o con gases lacrimógenos, o lanzándoles redes que los inmovilicen?

Por que matar y matar cuando se puede evitar matar. ¿No hay nadie en Miami que proteste de estos crímenes y que exija el cumplimiento del más sagrado de los derechos humanos que es la preservación de la vida?

Los que van a Ginebra todos los años desde aquí para montar todo un show publicitario contra Cuba, hacen silencio cómplice cuando se violan los Derechos Humanos en Miami.

¡Oh Derechos Humanos, cuantas hipocresías se comenten en tu nombre!