Merece mención especial y expresa la oportuna y feliz coincidencia de que para los mexicanos «bushes» era plural de «Bush» -arbusto, hierba-, mala seguramente para los cuates que, tan lejos del cielo..., ya tenían premoniciones y malos agüeros desde el siglo XIX.
El juguete rabioso N° 56 presentó un interesante artículo de Roberto Ponce sobre "gringo", expresiva y frecuente palabra de nuestro idioma. Quisiera, sin embargo, añadir algunos comentarios y observaciones, más que al artículo de Ponce, a la palabra misma.
Tres versiones etimológicas , al menos, circulan sobre «gringo». La primera que Ponce presenta en versión de don Artemio del Valle Arizpe, sostiene que los gringos, invasores en el México de 1847 cantaban una canción... «infeliz tonadilla de vulgaridad sobresaliente» que en idioma gringo decía: «Green grow the bushes», lo que significa «verdes crecen las hierbas». Merece mención especial y expresa la oportuna y feliz coincidencia de que «bushes» es plural de «Bush» -arbusto, hierba-, mala seguramente para los cuates mejicanos que, tan lejos del cielo... ya tenían premoniciones y malos agüeros en esa época. Presenta luego una serie de otras letras de canciones y poemas, anteriores a 1847, que incluyen hierbas y otras variedades botánicas que también insisten en crecer verdes.
Ponce presenta, además, una segunda fuente etimológica de «gringo». Hugh Rawson (en Devious Derivations, Nueva York 1994), en cita de Ponce, sostiene que «gringo» ya aparece en un diccionario Castellano de Málaga, España, hacia 1787 como derivado de «griego» en el sentido de ininteligible. «Hablar en griego» como equivalente a «hablar en chino».
Además veamos lo que dicen los mismos gringos al respecto: según el Websters Unanbridged Dictionary de Random House, equivalente del diccionario de la Academia:
«gringo» = 1840-50, Amer.; Sp: foreign language, foreigner, esp. English-speaking (pejorative); prob. alter. of griego GREEK. The belief that word is from the song «Green Grow the Lilacs» popular during U.S.-Mexican War, is without substance
Como vemos la fuente sostiene que «gringo» es alteración de «griego» y no tendría sustento el origen derivado de la canción de que, esta vez las lilas, verdes crecen.
Esta etimología está respaldada por el Diccionario Castellano de Esteban de Terceros y Pando, tomo segundo, Ed. Viuda de Ibarra, 1767, Madrid, que a la letra dice «gringos llaman en Málaga a los extranjeros, que tienen cierta especie de acento, que los priva de una locución fácil y natural castellana; y en Madrid dan el mismo, y por la misma causa con particularidad a los Irlandeses».
Esta segunda versión del origen de «gringo» resulta, evidentemente, preferida por estudiosos y lingüistas, pese a ser más pedestre. Figura, también con este origen y sentido, en el diccionario de la Academia desde 1925. Por las fechas vemos que su origen es, en todo caso, anterior a la invasión gringa a México en 1847.
Finalmente, el ingenio popular atribuye a «gringo» otro origen. Sería la pronunciación de «green go». En el entendido de que los soldados gringos utilizan traje verde, la expresión equivale a: «fuera verdes» o «yankees go home». No tiene sustento ni histórico ni lingüístico (los gringos aun no usaban traje verde en 1848 cuando los mejicanos tuvieron que «venderles» casi dos tercios de su territorio, habitantes incluidos), pero nada de ello le quita a esta versión ni oportunidad ni encanto. Resultaría ser la etimología de la esperanza.
Lo anterior destaca, en todo caso, el hecho de que la palabra en cuestión la popularizan y difunden los mexicanos, grandes re-creadores del idioma (basta oírles conjugar el verbo «chingar» y variantes). En honor a ellos quiero presentar algunas de las últimas contribuciones que los chicanos sacan del idioma gringo, según las presenta el lingüista Ilan Stavans y que seguramente pronto se difundirán entre todos nosotros:
Como sabemos web es la red y on (de on-off) es conectado. Luego «webon» es estar navegando, «webear» es estar en red, los «webos» (arcaísmo si se refiere a los mormones), son los navegantes, «webos rancheros» son los «webones» que están en México, los «webos revueltos» son los navegadores hábiles... todos somos «webones», la cultura nos ha «webeatizado».
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