Aeropuertos bajo control

Organismos no gubernamentales y grupos políticos no parlamentarios se han puesto en estado de alerta en Paraguay tras la decisión del Senado de aprobar, el 30 de diciembre último, la entrada de fuerzas estadounidenses a ese país para "realizar cursos de capacitación y operaciones conjuntas especiales con la marina nacional". Mientras tanto, a partir de esa misma fecha el FBI, policía federal norteamericana, ha tomado el control de los aeropuertos mexicanos y de la operatividad de la secretaría de Comunicaciones y Transportes. El objetivo de esta invasión solapada por los gobiernos es la lucha antiterrorista.
El presidente mexicano Vicente Fox tomó la decisión de consentir el control de las comunicaciones terrestres y aéreas de México no a la luz de un tratado internacional, sino de un pacto antiterrorista que precisamente por no ser conocido por los mexicanos se asegura que prevé la sumisión del gobierno a los dictados norteamericanos. El texto de ese pacto tiene carácter secreto, y ha sido invocado por la secretaría de Gobernación para justificar la pérdida de soberanía del Estado nacional mexicano ante la intromisión del FBI.

El sábado 10 de enero próximo se espera la entrada de las fuerzas norteamericanas que participarán en esos "ejercicios" en Paraguay. Eso preocupa no sólo a los paraguayos, sino también a Argentina y Brasil. Ambos países comparten con Paraguay una triple frontera, en un rincón que ha sido calificado por la prensa controlada por la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon, de foco terrorista. Las sospechas que esa región ha atraido obedecen a que allí reside población originaria de países islámicos particularmente de Siria y Líbano.

La cancillería paraguaya confirmó que los soldados extranjeros realizarán "ejercicios regulares de adiestramiento en la lucha contra las drogas y el terrorismo". La palabra "regulares" puede significar que han llegado para quedarse, como temen los cuatro países sudamericanos que son miembros del Mercosur. Esta es la unión comercial de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay que pretende diversificar el comercio con Europa y ser el punto de unión económica y financiera de los países latinoamericanos.

Además de la ingerencia directa de la policía norteamericana en México, Estados Unidos comenzó a aplicar el 12 de diciembre último la "Ley sobre Seguridad en Salud Pública. Preparación y Respuesta contra el Bioterrorismo", con la que se afecta la exportación de ganado vivo hacia ese país, e implicará que los ganaderos mexicanos cumplan con una serie de trámites que permitan una exportación restringida sobre todo de bovinos a Estados Unidos.

Esta ley, conocida como "ley contra el bioterrorismo", tiene por objeto mejorar la capacidad de respuesta de Estados Unidos ante un posible ataque terrorista que pudiera darse mediante la contaminación de alimentos, productos vegetales y animales y por supuesto, con medicamentos. Aprobada por el Congreso norteamericano en enero de 2002, la legislación contiene adiciones y enmiendas a la Ley federal de alimentos, fármacos y cosméticos, sobre todo en lo relativo a nuevos trámites que serán obligatorios a partir de reglamentos específicos.

Esas nuevas disposiciones implican una nueva injerencia en los asuntos en los cuales los estados nacionales tienen derecho a ejercer su plena soberanía. Por ejemplo, la ley del 12 de diciembre establece que ningún producto podrá entrar en Estados Unidos si la instalación donde fue empacado o almacenado no cuenta con el registro otorgado por la Food and Drug Administration.

En contrapartida, en cuanto apareció el brote de las "vacas locas" en bovinos importados de Canadá, el gobierno mexicano tomó medidas para que por vía terrestre, aérea o marítima se evite el ingreso al país de productos cárnicos bovinos procedentes de Estados Unidos. Las autoridades en los puestos fronterizos y los aeropuertos han explicado que el cerco sanitario consiste en intensificar "la revisión fitosanitaria en el área de carga y equipaje". De esta manera, México se sumó a Canadá, China, Rusia, Brasil, Sudáfrica y Japón en la suspensión de las importaciones de carne procedente de Estados Unidos.

Sin embargo, la secretaría de Agricultura y Ganadería en una demostración injustificada de servilismo ya anunció a los mexicanos que las restricciones a las importaciones de cárnicos llegará a su fin en el momento que las autoridades norteamericanas declaren haber sometido la encefalopatía que es conocida por sus iniciales EEB. Esta declaración pone de nueva cuenta en evidencia la subordinación de las autoridades mexicanas a la voluntad de George Bush y confirma que Vicente Fox está sometido a Washington por los pactos de naturaleza secreta, como el que menciona la secretaría de Gobernación para justificar el apoyo incondicional al depredador Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).

Vicente Fox perdió realmente las elecciones ante el candidato del PRI Francisco Labastida en 2000. Pero fue impuesto en la presidencia de la república a costa de un fraude electoral que le asignó la mayoría de los sufragios, siguiendo un procedimiento que fue descrito por un abogado del izquierdista PRD. De la llegada de Fox al poder habría dependido el éxito de la política imperial expuesta textualmente en el TLC, consistente en la privatización de los bienes no renovables que se encuentran en el subsuelo y las fuentes de energía que ahora pertenecen a la nación.

Pero el terrorismo en cuyo combate se ha comprometido a la policía judicial mexicana es algo que nadie en México ha visto u oído. En Estados Unidos, en cambio, hay voces en el sentido de que el verdadero bioterrorismo se desarrolla en el territorio de este país. John Steinbruner y Elisa Harris, respectivamente director e investigadora del Centro para Estudios Internacionales de Seguridad, de la Universidad de Maryland, han puesto en evidencia la "investigación peligrosa" que se ha desatado en Estados Unidos -una desregulación que se suma a los componentes del sistema globalizado- en referencia al anuncio espeluznante de que "el biólogo norteamericano Mark Buller ha intentado crear más tipos letales del virus de viruela. La denuncia la hizo para que se comience a preparar contramedidas". Esto significa que los biólogos de la muerte desencadenan nuevos laberintos mortales, para luego ser ellos los que consagren la cosecha lucrativa ulterior por la sobrevivencia selectiva.

Por otra parte, una ONG mexicana, el Frente Mexicano de Derechos Humanos, dirigió al presidente Vicente Fox un informe en el que demuestra que el mal de "las vacas locas" es consecuencia del globalismo, que ha enseñado a los ganaderos a producir carne abundante al más bajo precio. De tal manera, la alimentación que reciben los animales es contra natura, como cartón impregnado de melaza, que si bien contiene proteínas, no son las que el ganado requiere.