El presidente Néstor Kirchner anunció que el martes 11 de mayo, el gobierno presentará en sociedad a la Empresa Nacional de Energía, que buscará convertirse en una «empresa testigo» del sector energético. Si bien hace tiempo que el Gobierno trabaja en este tema, Kirchner sorprendió con el anuncio de la creación de una empresa nacional de energía. Lo hizo en Mendoza, luego de una visita en la que anunció la puesta en marcha de obras por un total de 600 millones de pesos.

El Gobierno pretende crear una empresa nueva que ejerza el control de la exploración y de la explotación del petróleo y del gas y que siga de cerca lo que sucede en el complicado mercado eléctrico. En el Ministerio de Planificación imaginan que un rol destacado para la empresa nacional de energía debería ser el impulso de la exploración de riesgo (si es posible, aliada con empresas estatales de países amigos como Venezuela y Brasil), en un país que tiene poco petróleo y menos gas del que se creía.

Con más gestos que soluciones, el Grupo de Trabajo Bilateral Chile-Argentina acabó ayer sus dos sesiones de emergencia. Hubo apenas una coincidencia, al menos en público: que la búsqueda de una solución al conflicto energético debe ser «acompañada por un esfuerzo por parte del sector privado, tanto argentino como chileno en distintos segmentos de la industria». Es decir que ambos gobiernos intentarán unificar esfuerzos a la hora de presionar a las empresas privadas para que cumplan con sus compromisos. La postura fue expuesta aunque con sutileza por el secretario de Energía chileno, Luis Sánchez Castellón, en una rueda de prensa realizada en la Embajada de Chile junto a su par argentino, Daniel Cameron. Argentina garantizará un piso en las exportaciones a Chile.

Chile duda ahora en recurrir a tribunales internacionales. El conflicto por el gas con Chile subió en intensidad. Aunque, en declaraciones públicas, representantes de ambos países intentaron aplacarlo, sólo consiguieron agregar confusión. Por caso, no se sabe si Chile desistió o si va a acudir a tribunales internacionales, porque lo que señaló el vicepresidente trasandino no coincide con lo que manifestó la canciller chilena. El secretario ejecutivo de la Comisión de Energía chilena, Luis Sánchez Castellón, decía en Buenos Aires que es «evidente» que ambos gobiernos tienen distintos puntos de vista sobre este asunto.
Castellón, que forma parte de una comisión bilateral creada para buscar soluciones al problema de la escasez de gas en la Argentina y el racionamiento de las exportaciones a Chile, destacó la necesidad de que «se cumplan y se respeten los acuerdos internacionales y los contratos», algunos -dijo- avalados por el gobierno argentino.

Europa amplía sus fronteras con el ingreso de 10 nuevos países. La Unión Europea se prepara para una histórica ampliación de sus fronteras con el ingreso, mañana, de diez países que llevarán las fronteras políticas, económicas y sociales hasta las mismas puertas de Rusia. Los diez países que formarán parte de esta nueva Europa de los 25 son Chipre (la parte griega), República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Eslovaca y Eslovenia. La nueva UE será un mercado de 450 millones de personas. La ampliación genera nuevos desafíos en materia de comercio (pasará a ser un mercado de 450 millones de personas), de monedas y de trabajo. Pero los desafíos también son políticos, ya que la Europa de los 25 instala un nuevo equilibrio en las relaciones entre la UE y Rusia. La incorporación de ocho de sus ex satélites comunistas a Europa genera tensiones y desconfianzas mutuas.

Buscan cerrar un acuerdo con la UE en mayo. Quizá sea Guadalajara el lugar donde, en un mes, se anuncie un avance serio del acuerdo que buscan el Mercosur y la Unión Europea. En la ciudad mexicana se reunirán los presidentes de la cumbre euro-latinoamericana. Y los del Mercosur y la UE deberían aprobar las ofertas de intercambios y concesiones que cada bloque realice. Las listas se presentarán primero en Bruselas, la semana próxima. El canciller argentino Rafael Bielsa vio en Buenos Aires al comisario de Agricultura de la UE, Franz Fischler, y dijo que los europeos son el principal socio externo del Cono Sur, «en comercio, inversiones y cooperación», pero que debe «neutralizar» su fuerte proteccionismo agrícola antes de firmar un pacto. A cambio, la UE pide más apertura de servicios y compras públicas del Mercosur. Fishler dijo que Europa va a sorprender al Mercosur con su propuesta.

Brasil cierra su economía con 9,25% más de aranceles. Todos los productos importados por Brasil, incluidos los de la Argentina, como los del resto de los socios del Mercosur, costarán 9,25% más a partir del sábado, cuando entrará en vigencia un decreto del presidente Luiz Inácio Lula da Silva que ayer fue aprobado por el Congreso, aunque con algunas excepciones y modificaciones que aún deben ser reglamentadas por el Poder Ejecutivo. El aumento del costo de las importaciones, que representa un paso hacia el cierre de la economía, se debe a que deberán pagar dos cargas previsionales de las que estaban exentos, el Programa de Integración Social (PIS) y la Contribución para el Financiamiento de la Seguridad Social (Cofins) cuyas alícuotas suman 9,25% sobre el valor total.

Este año no habrá ALCA, dijo Duhalde. El presidente del Mercosur, el ex jefe de estado argentino Eduardo Duhalde, no se aprendió ningún insulto en alemán para la comida con el comisario europeo de Agricultura, el austríaco Franz Fischler.

Por el contrario, destacó que las negociaciones por el pacto birregional van mejor que las mantenidas del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). «Me parece imposible avanzar hacia el ALCA en un año de elecciones en Estados Unidos», expresó Duhalde a la prensa al finalizar el encuentro. «Los norteamericanos quieren que abramos nuestros mercados para que entren sus empresas. Quieren una avenida para que entren sus productos y una escalera para que nosotros subamos los nuestros. En cambio, la UE tiene otra visión de lo que es una integración, más social y política. El ALCA está muy verde», esgrimió.