Como su amigo Bush, sectores del exilio cubano promueven a la vez la religión en sus versiones más conservadoras y la agresión militar contra la Isla, así como una mentalidad revanchista y reaccionaria concretada en planes de “reconstrucción de ese país” luego del hipotético derrumbe del régimen socialista.
Uno de los grupos que encarna ese sector es el CAMCO, Consejo Militar Cubano Americano, “organización profesional independiente, formada por militares de origen cubano”.
En su momento, este grupo calificó como un “raro rayo de esperanza para el pueblo cubano” el nombramiento del general Colin Powell como secretario de Estado, declarando al respecto: “Ya era hora de que se produjera un cambio en el Departamento que durante los últimos ocho años ha sido notorio por su débil política hacia Fidel Castro”.
Uno de los proyectos que ha manejado CAMCO se llama “Construyendo Puentes” y tiene como “objetivo principal el ayudar a las futuras fuerzas armadas cubanas (FAR) y al pueblo cubano en general en la implementación de una transición pacífica y ordenada hacia la vida democrática”.
Concretamente, en el área médica, CAMCO propone entre muchas otras cosas para la “reconstrucción” de la nación cubana “encauzar la ética médica hacia los principios judeo-cristianos y el juramento hipocrático así como erradicar la ideologización política en el servicio de la Salud”. Este planteamiento viene a evidenciar una vez más las afinidades del anticastrismo con el activismo provida animado por la derecha religiosa.
El directorio de CAMCO lista como presidente al “mayor general” Erneido A. Oliva, y como vicepresidentes a Rafael del Pino, piloto cubano que desertó de ese país; al coronel retirado Néstor G. Pino-Marina; a Reinaldo Lazo, al Dr. José Miró Torra, abogado, excombatiente de Playa Girón, hijo de José Miró Cardona; a Miguel B. Cervera, también excombatiente de Girón, hijo del hacendado Manuel Cervera Falla; Oscar G. Martínez, mayor retirado del ejército de Estados Unidos, y además presidente de la Asociación de Veteranos Cubano Americanos, CAVA.
CAVA a su vez cuenta como su presidente regional para el nordeste de Estados Unidos al periodista y veterano del ejército de Estados Unidos, Nelson Calderón Martínez. Nacido en La Habana en 1943, llegó como exiliado a Florida en 1960 y actualmente es editor de su propia agencia de noticias: Information News Agency. Calderón ha pertenecido asimismo al Comité Derecho a la Vida, de Nueva Jersey, a la New Jersey Republican Organization y a los Caballeros de Colón. Nuevamente, es visible el maridaje del anticastrismo con el catolicismo provida.
CAMCO cuenta también con un capellán, Guillermo Cortez, y promueve oraciones donde se sataniza al régimen cubano en forma bastante fanática: “!Espíritu Santo! Visita a Cuba y abre los ojos de su pueblo, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en Cristo, perdón de los pecados...”; “Le ordenamos al príncipe del poder del aire, al dios de este siglo que cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, que se retire inmediatamente de Cuba, y que la luz de Cristo resplandezca sobre los cielos de Cuba”; “Te damos gracias, Señor, por tus ángeles protectores que están peleando la batalla de Cuba en los cielos...”; “Alcanza a todos los malignos que influyen sobre Cuba ¡Oh Señor! Confunde la lengua de ellos; porque se ha visto violencia y rencilla en la ciudad”.
Esa mentalidad, militarista y religiosa a la vez, es compatible con la práctica del asesinato y del terrorismo como ilustran las historias personales de algunos miembros del CAMCO, como es el caso de Félix Rodríguez "veterano de infiltraciones en Cuba después de la Revolución", cuya historia podemos leer en el libro El Exilio Indomable. Historia de la disidencia cubana en el destierro, de Alvaro Vargas Llosa (Espasa Calpe, Madrid, 1998).
Félix Rodríguez participó como "asesor de las tropas bolivianas en la captura del Che Guevara". Según ese libro, "Después de ser contratado, en 1968, por el gobierno del Perú para entrenar al batallón los Sinchis de la Guardia Civil, estuvo en Vietnam en misiones aéreas como experto en inteligencia y cayó herido”. Luego el susodicho "hizo ... suaparición en la base de Ilopango, en El Salvador, base de apoyo a los "contras", al lado de un general salvadoreño que era jefe de la Fuerza Aérea y con el que había colaborado en la lucha contra el Frente Farabundo Martí. Se había ofrecido ahora para ir a El Salvador, bajo el nombre de guerra de Max Gómez, a asistir con las tareas de logística y contrainteligencia".
Su ficha elaborada por las autoridades cubanas coincide en esos hechos e informa que Rodríguez, quien vive en Miami está vinculado a la Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA) y al CAMCO, así como a terroristas que han ejecutado acciones violentas contra Cuba. Se añade que participó en la invasión a Playa Girón y organizó ataques a buques cubanos que transportaban mercancías a Nicaragua en la década de los 80.
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