La estimación de la balanza de pagos de Venezuela correspondiente al primer trimestre de 2004, reflejó un saldo positivo en la cuenta corriente de 3.457 millones de dólares y un saldo deficitario de la cuenta capital y financiera de 1.796 millones de dólares.

El saldo superavitario de la cuenta corriente, significativamente mayor al de igual periodo del año anterior (787 millones de dólares), se debe al desempeño favorable de la balanza comercial de bienes, por efecto del incremento en un 90,7% del valor de las exportaciones totales, frente a un incremento en las importaciones de bienes de un 50,2%. El mencionado crecimiento de las exportaciones obedece fundamentalmente al aumento de los volúmenes exportados del sector petrolero (92,1%), y al valor de las ventas externas del sector no petrolero (40,3%), en especial las productoras de metales básicos, químicos y material de transporte. El incremento de las importaciones de bienes, por su parte, está asociado al crecimiento de la actividad económica real en el trimestre.

En lo que respecta a la cuenta capital y financiera, el resultado global se deriva de los déficit observados tanto en la cuenta Otra Inversión (1.496 millones de dólares) debido a los pagos netos de préstamos financieros e incrementos de activos externos, principalmente por depósitos de los sectores público y privado no financiero y cuentas por cobrar del sector petrolero a empresas no relacionadas, como a la Inversión Directa (629 millones de dólares), por concepto de utilidades reinvertidas y cancelación de prestamos financieros y comerciales a las casas matrices de los sectores petroleros y privados no financieros. Por su parte, la Inversión de Cartera presentó un saldo positivo (329 millones de dólares), por efecto de la colocación de bonos en los mercados internacionales, y por la adquisición de acciones de empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de Caracas, por parte de inversionistas no residentes.

Igualmente, se reflejaron pagos de deuda externa en bonos emitidos por el gobierno general y el sector público petrolero.
Estos resultados derivaron el saldo global superavitario de la balanza de pagos de 1.678 millones de dólares, ubicándose el nivel de las reservas internacionales netas del país en 23.125 millones de dólares, de los cuales 702 millones corresponden al Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM).

PIB creció 29,8%

Estimaciones preliminares referidas al primer trimestre de 2004 reflejan un crecimiento de 29,8% en el Producto Interno Bruto (PIB), respecto a similar período de 2003.

El favorable desempeño de la actividad económica se observó tanto en las actividades petroleras como en las no petroleras, las cuales registraron crecimientos de 72,5% y en 18,9% respectivamente. Institucionalmente el sector público creció en 42% y el sector privado en 23,4%.

El significativo incremento de la actividad petrolera obedece a una importante recuperación de la producción del sector público, cuyo valor agregado aumentó en 65,4%, luego de los inconvenientes presentados a finales de 2002 y a comienzos de 2003. Durante el trimestre que se reseña, esta actividad resultó favorecida principalmente por una mayor demanda externa de crudo y refinados, así como por el continuo aumento de la producción por parte de las empresas petroleras privadas que participan en las asociaciones estratégicas.

El sector no petrolero, por su parte, registró un crecimiento generalizado en todas las actividades económicas, destacando especialmente en la industria manufacturera (48,0%), construcción (19,5%), comerció (27,9%) y transporte y almacenamiento (25,3%). En términos generales estos resultados obedecen al incremento de la demanda agregada interna , así como a la agilización del sistema de asignación de divisas en el marco régimen de control de cambios
La expansión en la actividad manufacturera se observó en todas las ramas que la conforman, vinculado al aumento del consumo final y de la formación de capital.

Respecto a la construcción, luego de una prolongada recesión desde el primer trimestre de 2002, se observa un importante repunte producto de una mayor demanda de obras tanto del sector privado, como por la industria petrolera pública y el gobierno general.