Alan García Pérez es la locomotora del tren aprista. De eso no hay duda. Y pruebas sobran. Del ridículo porcentaje en comicios pasados, cuando García candidatea levanta la alicaída imagen de un partido y por poco no se alza con la presea presidencial. Faltaron días. En esencia, quien dictamina, traza, modela e impulsa a esa colectividad política es el ex-presidente del lustro 1985-1990.

Que se sepa, además, la contienda entre quienes disputan la secretaría general no se ha planteado en términos ideológicos o de movilización revolucionaria (término ya olvidado en la Alianza Popular Revolucionaria Americana) sino en aquellas vaguedades de continuismo o renovación. En tiempos de Haya de la Torre su inmensa creatividad e imaginación premunían al país de caminos y senderos. Hoy sólo existen conveniencias y acomodos funcionales. Mientras que se aseguren curules, alcaldías, gobiernos regionales y -si se puede- la presidencia, todo está bien. El establishment ¡no se toca!

Por eso repito siempre al final de estas modestas entregas: ¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

Y por añadidura en declaraciones recientísimas Alan García ha expresado que el Partido Aprista está desconectado con las expectativas populares. A confesión de parte, relevo de pruebas. Si esto es cierto, entonces ¿qué más da que sea del Castillo, Mulder o Cabanillas quienes accedan a la secretaría general?

Mientras que se pretenda disfrazar con terminología eufónica los genuinos propósitos de justicia social, lucha antimperialista, revolución popular de pan con libertad, para reemplazarla por giros supuestamente modernos y que designan lo mismo, el Apra no será sino el mentís más rotundo a su historia heroica de más de siete décadas.

Convendría, por ejemplo, saber qué hay de cierto que Jorge del Castillo es un embajador del poderoso clan millonario que lidera el rufián Dionisio Romero. Hay una pariente de del Castillo en el Atlantic Security Bank de Credicorp en la ciudad de Miami. ¿Quién paga los pasajes que permiten que bisemanalmente se hagan visitas mutuas los protagonistas de esta rara historia? ¡Y no me digan que hay que elogiar que alguien flete el funcionamiento de la unidad familiar!

La izquierda marxista en su degeneración caviar y presupuestívora, capturadora de cuanto puesto rentado en el gobierno, en las ONGs, en donde puedan, hasta en Devida, financiada por el gobierno de los Estados Unidos, fracasó totalmente y su estafa aún está por denunciarse. Le mintieron al país prometiendo una revolución en la que no creían y si lo hacían era porque habían dólares. Hoy han claudicado y no son ¡de ninguna manera! opción de ¡nada!

En cambio hay generaciones que creyeron en el Apra y dieron su vida por el partido. Apisonaron un camino con sangre, sudor y lágrimas. Hicieron del grito rebelde de Trujillo en 1932, bandera irrenunciable y proclama libertaria aún frente a los pelotones de fusilamiento. Hoy ¡nadie se acuerda del sacrificio de los mártires! En cambio sí se habla del modelo chileno y por boca del máximo mandamás que hace y deshace. ¡Total, un tren sin locomotora, no funciona!

Reflexiones obligatorias para los apristas, meditación obligada para los analistas políticos, deber inclaudicable para todos aquellos que desde la tribuna independiente pero limpia y revolucionaria, seguimos luchando por un Perú libre, justo y culto.

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz.