La planta, ubicada en el municipio Alberto Arvelo Torrealba de Sabaneta de Barinas, que cuenta con 120 hectáreas cultivadas de tomates.
Estuvo cerrada por más de ocho años, pero gracias a la iniciativa del Gobierno conjuntamente con 31 mil 127 asociados de la caja de ahorro de la Guardia Nacional se puso nuevamente en funcionamiento, para lo cual se requirió de una inversión de 370 millones de bolívares.

Su recuperación, reactivación y puesta en marcha forma parte del plan social de seguridad alimentaria, enmarcado dentro del plan de desarrollo sustentable Bocono - Masparro.

El General de Brigada (GN) Martín Albert Espinoza, presidente de la caja de ahorros de la Guardia Nacional, recordó que desde “1997 hasta el 2002 se presentaron diversos intentos de reactivación, pero todos han fracasado por falta de algunos requerimientos indispensables como un proyecto coherente, una estructura organizativa estable y bien sincronizada y, el interés político”.

Informó que “gracias a un convenio firmado entre la Caja de Ahorros de la Guardia Nacional y Corpoandes que nos traspasó la planta por 30 años en comodato para nosotros operarla”, se podrá elaborar productos de alta calidad y buen precio, con el objetivo de ponerlos a competir con los productos del mercado nacional.

La instalación de esta Planta surgió como inquietud de los productores agrícolas organizados, beneficiarios en gran parte del sistema de riego Santo Domingo, apoyados y promovidos inicialmente por la estatal Corporación de los Andes.

En esta oportunidad, la Corporación evaluó la situación presentada a fin de implantar a un corto plazo la opción más conveniente, teniendo como norte el fortalecimiento del cultivo de tomate con un enfoque integral mediante la formulación del proyecto y conjugando aspectos agronómicos de comercialización e industrialización, dijo.
Indicó que la producción “entre enero y mayo que son los seis meses de cultivo de tomate, será de 108 toneladas diarias, lo que permitirá obtener tres mil toneladas de salsa y pasta de tomate Centinela a nivel nacional”.

La inserción de la planta en el proceso productivo del aparato económico venezolano generará 67 empleos directos y 839 empleos indirectos con capacidad de procesar 315 hectáreas de tomates.

La reactivación del centro agroindustrial, requirió la realización de un convenio netamente estratégico con Caigua de Altagracia de Orituco para el procesamiento y comercialización de los productos obtenidos del tomate, con lo que se beneficiará a 2 mil 516 personas y a medida que se incorporen otros frutos se favorecerán más de 10 mil personas.