En la última edición de la revista económica Gestión, impreso que pertenece a Dinediciones, del Grupo Egas -el cual según sus propias investigaciones se encuentra entre los principales grupos económicos del país- se publican los nombres de varias familias que concentran, según estimaciones, alrededor de 80% de los ingresos totales del país.
Si bien esta publicación es trascendente en términos periodísticos, ya que la estructura de los grupos económicos de poder es el secreto mejor guardado, aún tiene (y así lo advierte) datos incompletos, por ejemplo en cuanto a varios grandes medios de comunicación, que no son ubicados en estos grupos.
Lo cierto es que la característica común de estos grupos es que la acumulación capitalista no la hacen a través del trabajo productivo, sino a través de la intermediación comercial. Son consorcios que representan intereses transnacionales en el país. Esta constatación es importante para entender la actitud entreguista de estos grupos en torno a asuntos como el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, o en cuanto a la asunción del Plan Colombia como estrategia de dominio regional de ese país en América Latina.
Según esta revista, la CORPORCIÓN NOBOA, perteneciente en su mayoría al ex candidato presidencial Alvaro Noboa, es la más grande exportadora de banano, café y cacao y sus respectivos elaborados.
Ha llegado a sumar más de 38 empresas, entre compañías del sector agrícola, automotor y financiero. Otro de los principales grupos es el CONSORCIO NOBIS, de Isabel Noboa, hermana de Álvaro Noboa, que fue parte de este gobierno al frente del Consejo de Competitividad y que, de igual forma, aparece con 17 empresas del sector comercial e industrial, entre ellas la compañía azucarera Valdez. En tercer lugar se encuentra el Grupo Eljuri, con cerca de 38 empresas, que se destacan en el sector hotelero, automotriz, gaseosas, comunicaciones y finaciero. Así como estas familias aparecen otras, como: Grupo Wright, Real, Motransa, Durini, Peña, Vásquez, Ales, Alvarez Barba, Gonzalez Artigas, Deller, Correa, Quirola, Ortiz, Cuesta, Estrada, entre otras, que en su mayoría pertenecen a las ciudades de Guayaquil, Cuenca y Quito.
En la revista Gestión, al tiempo que se advierte que los datos pueden estar incompletos aún, se sostiene que la crisis de 1998 y 1999, que fue la más grande de la historia, “está reconstituyendo la estructura de los grupos económicos del Ecuador. Este proceso también se ha visto influenciado por la adopción del dólar como moneda nacional puesto que ha cambiado la estructura de precios, que, a su vez determina el crecimiento o contracción de las ventas de las empresas”. Es así que, de los tres principales grupos que destaca esta publicación: el poder del grupo Noboa viene de la exportación de banano y no necesariamente de su producción, el grupo Eljuri acumula su capital gracias al comercio de importación, y el grupo Wright también logra constituirse entre los más poderosos gracias a las actividades de comercio al por menor.
Agregaríamos que el grupo Egas tiene su máxima expresión en la parte financiera con el Banco del Pichincha, el más grande del país, y extiende sus tentáculos hacia el control de varios medios de comunicación, con los cuales busca influir permanentemente en el país. Le sigue en el área financiera el grupo de Isabel Noboa, quien fue parte de este gobierno en el Consejo de Competitividad, y en cuyo control tiene a la segunda institución financiera del país, el Produbanco.
Según Patricio Ruiz, estos sectores económicos, que representan apenas el 0,16% del total de familias ecuatorianas, mantendrían cerca de 10 mil millones de dólares en el exterior, y de alguna forma estarían vinculados a varios grupos financieros y políticos con los que, desde entidades públicas, actúan en función de una mayor acumulación de capital.
Y tal vez la disputa por el control político del actual gobierno, que se expresó en la última crisis política, se debe a la disputa entre estos cinco grupos (Álvaro Noboa, Isabel Noboa, Wrigth, Eljuri y Egas), pues si observamos por ejemplo la actitud de oposición frontal al gobierno que tuvieron los medios del grupo Egas y que hoy ha bajado de tono, y vemos los cuerdos a los que el gobierno ha llegado con el grupo de Álvaro Noboa, sobre todo en torno a garantizarle beneficios en el tema agrícola y por tanto de exportación del banano, y el reciente retiro de Isabel Noboa del gobierno, podemos ver que estos grupos son actores fundamentales de lo que sucede y deja de suceder con el gobierno y las instancias de dirección del Estado.
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