Quito le dió un color propio al Foro Social, sobretodo ratificando la presencia del combativo movimiento indígena que en Ecuador derribó dos presidentes en los últimos quince años. Temas como la construcción de un estado plurinacional respecto a la diversidad étnica, pasaron a integrar la agenda alternativa.

Tales asuntos enriquecen una pauta común a los movimientos continentales, centrada sobre todo en la lucha contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y los Tratados de Libre Comercio (TLC), por el no pago de la deuda externa y contra la militarización.
“Lo particular del foro es el hecho que, desde 1994 existe un proceso de recomposición de las fuerzas sociales del continente. Aquí tendremos un espacio de reflexión y articulación de esas redes y movimientos”, dice Oswaldo Leon, de la coordinación del Foro Social de las Américas.

Redescubrimiento

En 1994, movimientos indígenas, campesinos, negros y otros grupos excluídos del modelo neoliberal iniciaron la campaña de los “500 años de Resistencia Indígena, Negra y Popular”, cuyo lema era “unidad en la diversidad”. La iniciativa tenía como objetivo rechazar la propuesta del gobierno español de conmemorar la llegada de Colón a las Américas en 1494.

Como consecuencia de la campaña, fueron creadas la Coordinación Latinoamericana de Organizaciones de Campo (Cloc) y el Frente Continental de Organizaciones Comunitarias (Fcoc). En 1994 los zapatistas iniciaban el levantamiento armado en México. Y también en esta década el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) se consolida internacionalmente. “El Foro puede contribuir con estos procesos, siendo un factor catalizador, posibilitando convergencias en las luchas, agendas y plataformas”, dice Leon.

Integración

Las redes de movimientos sociales tendrán otro desafío para el Foro Social: discutir un proyecto de integración a partir de los pueblos. Tal discusión estará en buena parte de las centenas de debates, divididos en conferencias, paneles y seminarios.
“Tendremos que escoger entre dos proyectos: uno de muerte, exclusión y dominación, y otro de integración y defensa de nuestra cultura. Se engaña quien piensa que la dominación comienza por la economía. La dominación primero es cultural”, afirma Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz.

También recibirá atención especial en los debates el fortalecimiento de proyectos antiimperialistas en el continente, como la defensa de Cuba y de las transformaciones en Venezuela. “Los gobernantes deben pensar en políticas locales, y no simplemente en cumplir con las directivas políticas y económicas que vienen de los Estados Unidos. Hugo Chávez, por ejemplo, ha gobernado con los ojos puestos en América Latina y propuesto una integración de sus países”, dice el argentino Pérez Esquivel.

Participación

La expectativa es que más de 45 países estén representados en el Foro. Puede apuntarse como destacado en su programación: La Asamblea de los Movimientos Sociales, que va a darse el día 30, las conmemoraciones del 26 de julio cubano (aniversario de la ofensiva guerrillera contra el Cuartel Moncada) y la Asamblea de Pueblos de América Latina contra la deuda. Entre los intelectuales presentes estarán el peruano Aníbal Quijano, el portugués Edgardo Lander y el colombiano Héctor Mondragón.