El presidente Bush en un discurso. "La Compasión Compatisante", fue el gancho político que utilizó Bush para ganarse votos dentro de la sociedad, presentándolo como un humanista
Foto White House. DR.

El presidente Bush y algunos de sus colaboradores pregonan una moral puritana en contradicción con su propio pasado, sin tener siquiera la honestidad de reconocer sus propias faltas, sea en el terreno de la abstinencia sexual o en el de los malos manejos económicos, sino hasta el momento en que son denunciados públicamente con pruebas que no pueden refutar. En el fondo, su hipócrita propaganda moralista está vinculada a proyectos contra la libertad de conciencia y contra la separación entre el Estado y las iglesias.

Hace unos días se hizo pública la renuncia de Deal Hudson como asesor de la campaña de Bush encargado de captar el voto católico, luego de que se dio a conocer que hace más de diez años protagonizó un escándalo de acoso sexual contra una alumna de la Universidad de Fordman, en Nueva York, en la que trabajó como profesor entre 1989 y 1995.

Según personal de esa Universidad citado por el diario The New York Times, Hudson aprovechó el estado de embriaguez de la alumna en un bar para acosarla sexualmente, por lo que ella presentó una denuncia. En ese tiempo, Hudson, actualmente de 54 años, ya estaba “felizmente casado” y por la misma época comenzó su acercamiento con Bush, de cuyo principal estratega político, Karl Rove, es amigo.

A decir de Hudson, el asunto se había resuelto satisfactoriamente "hace mucho tiempo" y hoy resurge por motivos políticos. Es decir, la denuncia ya se había acallado, como ha sucedido con las faltas cometidas por muchos otros religiosos católicos, entre ellos Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo, poderoso grupo internacional, cuyos abusos sexuales contra menores habían sido hace décadas objeto de denuncias que revivieron muchos años después.

Independientemente de que un determinado contexto político sea terreno fértil para ellas, destaca el hecho de que los involucrados, apoyados generalmente por la jerarquía católica, hacen arreglos o ejercen presiones para ocultar esas faltas que paradójicamente constituyen graves pecados precisamente desde el punto de vista de la rígida moral católica de la abstinencia sexual que tanto ha pregonado el actual pontífice al igual que Bush y muchos dirigentes evangélicos en Estados Unidos y en otros países.

Exministro bautista, Hudson se convirtió al catolicismo en 1984 y ha dirigido desde 1995 la publicación católica Crisis Magazine y ha sido comentarista en programas de televisión. Ha criticado el apoyo de Kerry a los proyectos de planificación familiar y a la despenalización del aborto, calificando esas decisiones como “no católicas” y ha mentido al afirmar que los “programas internacionales de planificación familiar” equivalen a un eufemismo convencional para referirse al aborto, pues muchas instituciones promueven los métodos anticonceptivos y la educación sexual sin involucrarse en el tema del aborto.

Hudson ha sido uno de los principales artífices de la alianza entre los evangélicos y los católicos, en apoyo a los gobiernos republicanos, para lo cual ha contado con el respaldo de Karl Rove.

En febrero de 1999, el Comité Nacional Republicano, encabezado por Jim Nicholson, un católico que luego fue nombrado embajador ante el Vaticano, formó una “fuerza de tarea” para apoyar entre los católicos la candidatura presidencial de Bush, donde participaron entre otros Alexander Haig, quien fue secretario de Estado con Reagan y Peter Flanigan, miembro de la Fundación derechista John Olin.

Ilustra la enredada trama de la ultraderecha cristiana el hecho de que la Fundación John Olin, creada con dinero proveniente del comercio de químicos y de municiones, es una de las principales financiadoras de organizaciones conservadoras como la Heritage Foundation, que está apoyando la privatización de los recursos petroleros y el derrocamiento de Hugo Chávez y de Fidel Castro, así como al Instituto Manhattan, que apoya a policías derechistas, de ciudades latinoamericanas para que sirvan a los intereses empresariales. A este último la John Olin le ha otorgado 951 mil dólares entre 2000 y 2002. (csf.colorado.edu/forums/labor/rap/coment-discussion/msg01140.html).

En febrero de 2003, la Universidad de California reveló datos de la cada vez mayor aceptación de los egresados de escuelas católicas estadounidenses de educación superior a la legalización del aborto (60 por ciento), al respeto hacia las uniones homosexuales (73.5 por ciento) y al amor libre (54.3 por ciento), Ante ello, Deal Hudson puso el grito en el cielo en su revista y se quejó de que “Antes, los padres (de familia) solían preocuparse de que los colegios católicos sean mejores para sus niños que los (otros) colegios privados. ¡Ahora parece que algunas escuelas católicas podrían ser peores!”. A la vez, elogió escuelas con aspiraciones ultraconservadoras como Ave María, fundada en 1998 por el millonario Thomas Monaghan, fundador también de Domino Pizza y quien apoyó a la contrarrevolución en Nicaragua y otros países de Centroamérica.

Dicho centro universitario, en el que Monaghan ha invertido hasta ahora 240 millones de dólares, tuvo su sede inicialmente en Ypsilanti, Michigan, donde uno de sus colaboradores fue el ex-líder juvenil pronazi Joseph Pearce. Posteriormente se trasladó a Florida, además de que tiene una sucursal en Nicaragua. Desde luego, Hudson no se refirió al riesgo que pueden correr incluso en ellas las alumnas acosadas por profesores hipócritas y santurrones a la vez.

Otro promotor de Bush ha sido el sacerdote católico Frank Pavone, quien desde 1976 participa en el activismo provida. Pavone mantiene una relación cercana con el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia y presidente también del consejo de asesores de Priests for Life. Pavone y Trujillo han coincidido en el proyecto de prohibir que en las escuelas católicas se permita hablar a personajes que estén a favor de la despenalización del aborto. Además, Pavone ha apoyado los bloqueos de militantes antiaborto contra clínicas, así como proyectos antiabortistas de tono violento como Operación Rescate, dirigida por Randall Terry.

En 1991 Pavone fundó Priests for Life, o Sacerdotes por la Vida (www.prestsforlife.org), para involucrar y entrenar a los religiosos católicos en el activismo provida. Es una organización ultraderechista vinculada a grupos internacionales como la coalición Vida Humana Internacional con sede en Miami. www.priestsforlife.org. A Priests for Life pertenece Paul Scalia, hijo del juez de la Suprema Corte Antonin Scalia.

En mayo de 2000, Frank Pavone tuvo una reunión con el entonces gobernador tejano George W. Bush. El Comité Nacional para el Derecho a la Vida informó en ese tiempo que sobre su plática con el funcionario “provida” Pavone dijo: “Estoy feliz de reunirme con Mr. Bush y agradecido por su posición sobre el derecho a la vida que es un soplo de aire fresco para todos los que hemos sufrido con la era de Clinton Gore”.

En enero de 2001, días después de tomar posesión como presidente, Bush se reunió con obispos y dirigentes católicos, entre ellos Deal Hudson, para impulsar sus iniciativas “basadas en la fe”, proyecto que explícitamente vinculó con las campañas antiabortistas, al señalar que “...cuando hablamos de dar la bienvenida a la gente de la fe para ayudar a quienes están en desventaja y no se pueden defender por sí mismos, la consecuencia lógica es incluir en esa categoría a los bebés”.

Apoyados por Bush a lo largo de su mandato, ahora los dirigentes provida católicos están respaldando su campaña. Así, a principios de agosto de 2004, Pavone anunció un Campaña Nacional de Oración por las Elecciones que se iniciará exactamente nueve semanas antes de los comicios para “que podamos mantener las leyes de Dios y tomar parte activa en el proceso político”.

Al igual que la guerra de Irak, el sangriento derrocamiento de Aristide en Haití y la fracasada y financiada campaña contra el gobierno venezolano presidido por Hugo Chávez, el impresionante retroceso histórico en lo referente a los derechos sexuales y reproductivos ha sido otro de los frutos del gobierno de Bush.