En la semana comprendida entre el 3 y el 10 de setiembre, casi un mes después del referendo realizado el 15 de agosto, la oposición en Venezuela presentó “informes preliminares” sobre un supuesto fraude cometido en este evento, que vienen denunciando desde dos horas después de haberse dado los primeros resultados.

Estos informes fueron presentados en secuencia, primero la asociación civil Súmate dio una rueda de prensa, luego el dirigente de la oposición Enrique Mendoza envió un video a los medios de comunicación y finalmente el abogado Tulio Álvarez, en nombre de un equipo de trabajo, presentó en rueda de prensa su informe.

La avalancha de material producido por la Coordinadora Democrática (alianza de oposición), difundido extensamente por los medios de comunicación privados en Venezuela y la internacionalización de estas informaciones a partir de que una delegación que viajó a la Organización de Estados Americanos a presentar el informe de Tulio Álvarez a César Gaviria, Secretario General saliente de esta organización, merece un cierto análisis aunque más no sea por su volumen y por lo estrepitoso de su presentación.

Respecto a la rueda de prensa de Súmate, ya hemos analizado en detalle [1] el contenido de sus declaraciones, restaría agregar que la conclusión de sus expertos fue “hemos logrado probar que no es posible probar que no hubo fraude”, tal como si estuviéramos en álgebra, dónde dos signos negativos dan uno positivo.

El video de Enrique Mendoza fue una presentación cuidadosamente editada, dónde el presentador, vestido de chaqueta y en una oficina tipo presidencial leyó desde el telepronter y en voz muy emocionada, una exposición editada intercalada por gráficos animados, donde se presentaron fórmulas matemáticas, aparentemente elegidas arbitrariamente, dónde aparecían resultados numerológicos curiosos.

También habló de algo que Súmate se cuidó muy bien de no decir [2], respecto a supuestos patrones de totalización repetidos en los resultados del Sí en diferentes o en las mismas mesas. Denunció también, sin especificar dónde y cuántos, la existencia de lugares de votación, dónde el número de votantes en el referendo era igual o mayor al número de habitantes del lugar. Matizó su intervención con un múltiple número de afirmaciones sobre hechos puntuales, también sin especificar lugar y número, que contribuirían a probar “la existencia de irregularidades en el proceso de referendo”

Finalmente, el informe del abogado Tulio Álvarez, presentado en una exposición de 69 páginas escritas en un fuerte tono jurídico, aparenta merecer un análisis más detallado.

Las primeras 34 páginas de este informe presentan un historial de todas las quejas, protestas y acciones realizadas por la oposición en el proceso de casi año y medio previo al referendo, y lo más interesante, presenta la creación de un nuevo concepto: el fraude cualitativo. Siempre creímos que cualquier referencia a fraude en una elección no puede más que estar relacionada con alteración en las cifras, pero ahora nos encontramos con el ingenio de estos juristas, capaz de crear nuevos criterios.

Entre las páginas 34 y 49 nos encontramos con un cuestionamiento del Registro Electoral Permanente y la denuncia de su corrupción. Esta denuncia está apoyada en la descalificación de las campañas de cedulación y nacionalización realizadas en los meses previos al referendo. Curiosamente esta descalificación está contrapuesta a una defensa de la ONI-DEX (instituto oficial de identificación) y sus procedimientos (en una institución caracterizada por la existencia de mafias internas y con un grado de corrupción que diferentes administraciones, incluida la presente, no han logrado desmantelar).

Igualmente se presenta como hecho irregular el crecimiento del número de votantes en el referendo y la relación votantes/habitantes. Todas las cifras presentadas en relación al número de habitantes están basadas en la información del INE (Instituto Nacional de Estadística) del último censo nacional de 2001, unánimemente reconocido como impreciso, en un grado no determinado estadísticamente. A partir de estas afirmaciones se genera un galimatías estadístico y probabilístico, del cual no se presentan sus modelos ni su sustentación empírica.

De la pagina 49 a la 54 se repite el informe que presentara Súmate y un dato interesante es que allí se afirma que las variables independientes consideradas en este estudio se relacionaron siguiendo “una técnica estadística” de la que no se da ningún tipo de referencia concreta.

Entre las páginas 54 a 59 se denuncia la “bidireccionalidad” de las máquinas de votación, sin tener en cuenta que esta es una característica imprescindible para la comunicación de computadoras en red. La información proporcionada por Smarmatic (la empresa que proporcionó las máquinas) indicaba que éstas enviaban información en una sola dirección, pero que una red necesariamente implica respuesta del receptor.

Finalmente, en las paginas 59 a la 69 se vuelve a hablar de las coincidencias en topes encontradas en los resultados parciales del Sí, como si quienes elaboraron el informe desconocieran lo afirmado por los investigadores americanos [3].

¿Qué podemos concluir de todo esto?

Los procesos sociales distan mucho de ser perfectos. Un acto eleccionario como el del 15 de agosto, sobre todo con su carácter innovador, presentará siempre un porcentaje menor de irregularidades, errores, incongruencias en los detalles de su realización. Lo importante en este caso es, si estos hechos aislados producen o no alteraciones en lo fundamental del proceso.

No ha sido ésta, por lo que vemos más arriba la intención de toda esta información. Más bien parece ser una recopilación de hechos aislados, y la presentación de toda esta información como “pruebas” de la existencia de un fraude.

Como en el cuento de Borges -La Biblioteca de Babel- dónde se encontraba todo el conocimiento del universo, pero entremezclado con los libros realizados con todas las combinaciones posibles del alfabeto, la verdad es que estas presentaciones son ininteligibles. Los pobres habitantes de esa biblioteca, que en un principio dedicaban sus vidas en la búsqueda del conocimiento, no tenían otra posibilidad que desarrollar una fe que los mantuviera vivos y le diera un sentido a sus vidas.

Esta parece ser la intención de la oposición, respecto a quienes votaron por el Sí, lograr mantener la fe en un fraude, a partir de la presentación de volúmenes considerables de datos y hechos confusos, relacionados o no arbitrariamente.

Por esta razón, César Gaviria en su último acto protocolar como Secretario General de la OEA desestimó el lunes 13 de setiembre las objeciones de “fraude” planteadas por la oposición y les pidió reconocer el resultado. Además, señaló que la comunidad internacional no entiende su empecinamiento en rechazarlo y consideró “lamentable que la oposición haya encontrado tantas objeciones a los resultados del referendo y que con su celebración no se haya encontrado la solución electoral, pacífica y constitucional” a los problemas del país.

[1Ver:“Las mujeres de senos grandes son menos inteligentes”, Miguel Guaglianone, http://www.alia2.net

[2Súmate no habló de estos supuestos patrones, por tener en su poder un informe realizado por tres especialistas de Princeton y Johns Hopkins, dónde se les explicaba que estos supuestos patrones no eran más que resultados estadísticamente probables. Ver http://www.alia2.net, política

[3Los mismos que elaboraran un informe para Súmate, ver “Análisis de datos de votación del referéndum reciente en Venezuela” http://www.alia2.net, política