Hace menos de seis meses que murió Ray Charles, y sin embargo, ya se anuncia el estreno de una película, Ray sobre su asombrosa vida.

Al mismo tiempo, un nuevo disco, con lo principal de su música, es uno de los más vendidos. Es que la vida de este músico ciego, una vida plena de música, mujeres y adicción a la heroína, es un libreto cinematográfico en sí misma. Y el viernes 21 de octubre, lo mejor del show business norteamericano, se reunió en Hollywood para rendir un homenaje al músico negro con interpretaciones de sus principales canciones. Al final del show transmitido por la cadena CBS, el popular actor negro -candidato al Oscar- Jimie Foxx que interpreta el papel de Ray en la película, pidió al público cantar la composición de Ray, América la hermosa, que “es el país con el que todos soñamos, aunque estemos pasando por un momento tan malo”, dijo Foxx provocando un nutrido aplauso.

Cuando Ray Charles era muy niño, la última imagen que quedó plasmada en su retina, fue ver como su hermanito de 4 años, se ahogaba en una bañera, sin que él pudiera hacer otra cosa que gritar.

A los 7 años, comenzó a perder la vista y aprender a tocar el piano. Quedó ciego de por vida y siempre hubo un quejido de angustia en su canto, que hoy es eterno.

Pues Ray Charles Robinson es, por su imaginativa obra de toda la vida, el Mozart de la música popular estadounidense, de tan importante difusión mundial e influencia cultural global.

Su genio consistió en incorporar el soul, el estilo de música religiosa de los negros norteamericanos a los blues primero, al jazz y al rock, sucesivamente e influyó en una cantidad de famosos, desde Elvis Presley a la multitud de raperos de hoy, incluyendo el desconcertante blanquito Eminem.

Antes de Charles ningún músico recorrió experimentalmente la vasta gama musical norteamericana, salvo el genial checoslovaco Antonin Dvorak, en su ya clásica Sinfonía del Nuevo Mundo.

Ray Charles una línea de evolución del “negro spiritual’, la música de los tiempos de esclavitud en EEUU -más de dos siglos-, que expresaba los lamentos y la tristeza de los esclavos traídos de Africa, al más rítmico soul. Que ya es la religiosidad cristiana, adoptada por los esclavos como única opción. Y, desde luego, al gospel -la biblia cantada-, le puso swing, lo que le dio una difusión universal.

El rescate del soul con ritmos sincopados resultó tan importante, que llegó a influir en músicas blancas europeas -de la Europa migrante o colonizadora-, como el rock de Irlanda. Y esta es una afirmación del “rey del blues” B. B. King, que la dijo cansinamente, -es un negro gordo y diabético-, entre tocar su banjo y ser entrevistado.

Charles también tuvo su parte en la música patriótica, en canciones hoy famosas como America the beautiful o Georgia in my mind.

Tenía sólo 15 años cuando terminó sus estudios de Braille, simultáneamente con sus primeras lecciones de piano, para lo que había mostrado un talento especial. Hasta entonces, vivió en Saint Agustine, un pintoresco pueblito en la costa atlántica del entonces todavía segregado estado de Florida.

Y si en algunos compases, la música de Ray Charles Robinson parece llevar la magia y el embrujo de la música española, no debe uno asombrarse. Saint Augustine, la ciudad más antigua de la Unión, es uno de los puntos donde llegaron conquistadores de España, la expedición de Juan Ponce de León en 1513, que pasó a ser parte de la Unión en el siglo 19, con la compra de todo el estado de Florida, que había sido transferido por España a Inglaterra.

Este año, mientras los medios saturaban a la opinión pública norteamericana con la pompa y ceremonia de los funerales de Ronald Reagan, murió un gran norteamericano, el músico negro Ray Charles, el 10 de junio y esta muerte no anunciada conmovió al mundo mucho más que la del presidente que venía muriendo hace mucho tiempo. Charles y Reagan eran amigos y el ex actor-presidente siempre expresó su admiración por el músico negro.

En la catedral de Washington estaba cantando el Ave María de Gounod, el tenor irlandés Ronan Tynan, cuando, se me ocurrió pensar, ¿quiénes recordarán a los monarcas que murieron en la época de Mozart? -y fueron varios- pero hoy, ¿quien se acuerda de ellos?

De la misma manera, la obra de Ray Charles, que revolucionó la música popular norteamericana, inspirando una especie de sincretismo musical, al incorporar el soul a otros ritmos, sobrevivirá en la memoria global./bip