Queridos amigos:

Es posible que últimamente hayais oído decir que el Partido Republicano de Michigan ha pedido que me arresten. Así ha sido. Tratan de lanzarme una serie de acusaciones y esperan que eso baste para encerrarme.
No, no os estoy tomando el pelo. Ayer, el Partido Republicano presentó una demanda criminal ante los fiscales de todos los condados de Michigan donde intervine la semana pasada.

¿Mi crimen? Limpiar la ropa interior de todos los que voten en las próximas elecciones.

Cada noche, en nuestra «Gira de Movilización de los Holgazanes» por sesenta ciudades en los veinte Estados del campo de batalla, he estado fichando a cientos (y algunas noches incluso miles) de votantes en los actos que tenían lugar en los estadios. Allí les pedí a los que tenían más de 23 años y que nunca han votado (o que no votaron en las últimas elecciones) que se movilizaran.

Les dije a todos esos holgazanes que comprendo y respeto las razones por las que piensan que los políticos no se merecen nada. Les dije que yo podía haber sido el más genuino de los holgazanes, y que no quería cambiar sus modos de vida. ¡Seguid durmiendo hasta el mediodía! ¡Seguid bebiendo cerveza! ¡Tumbaros en el sofá y ver tanta televisión como sea posible! Pero por favor, hacedlo por mí, el 2 de noviembre quiero que salgais de casa y que intenteis ir a votar sólo por esta vez.

En esta ocasión nos jugamos demasiado.
Si me prometen que harán esto, les doy a los chicos tres paquetes de ropa interior nueva de Fruit of the Loom, y las chicas consiguen una ración diaria de tallarines Ramen, el alimento favorito de los holgazanes de todas partes.

Entonces yo pongo el broche repitiendo el Juramento de los Holgazanes del 2004: “¡Elige nariz! ¡Elige culo! ¡Elige a Kerry!
Esto parece haber funcionado, ya que después, cada noche, las mesas con voluntarios se ven inundadas con cientos de nuevos jóvenes votantes fichados para hacer campaña por el cambio de régimen durante las próximas cuatro semanas.

Lo irónico de todo esto parece haberse perdido para los republicanos. O quizá no. El Estado de Michigan (donde estuvimos la mayor parte de la pasada semana) informó que alrededor de 100.000 jóvenes se habían registrado recientemente para votar, una marca que uno no podía ni imaginar. La Gira de los Holgazanes se ha convertido en una inmensa apisonadora con poder por sí misma.

Por eso, el Partido Republicano, para mostrar su gratitud al ver que tantos jóvenes se implican ahora en nuestro sistema, ha solicitado que me envíen a la cárcel por tratar de «sobornar» a los estudiantes para que voten.

Desde luego, todo esto sería ridículo si no fueran tan serios en sus acusaciones. Pero lo son. Me puedo convertir pronto en un hombre buscado en Michigan - simplemente debido a que convencí a unos cuantos holgazanes de que se cambiaran de ropa interior y comieran una comida saludable de tallarines con sabores artificiales.

Había pensado que este año no me quedaba ya nada por ver - Disney negándose a distribuir la película que había subvencionado, derechistas acosando a los propietarios de salas de teatro para que pasaran Fahrenheit 9/11, grupos de acción conservadora intentando suprimir las ayudas a nuestra película, la innecesaria clasificación restrictiva T que obliga a los adolescentes a entrar a hurtadillas para verla, y todos los ataques estúpidos y desquiciados sobre mí y la película en las salas de exhibición que he tenido que escuchar mientras que la gente los ignoraba y se la llevaba a sus casas para verla.

Y cuando todo eso no sirvió de nada, cinco grupos diferentes de republicanos llevan a cabo cinco ataques a través de diversos documentales durante un período de seis semanas. Pero eran tan malos, tan aburridos, tan derechistas, que nadie quería verlos y tuvieron que largarse, qué perdida absurda de buen material de cintas de vídeo.

Ahora, después de aguantar todo esto, cuando ya no les quedan más estratagemas, han decidido: «Pongamos tras las rejas a este burro ridículo - a él y a sus tallarines y a sus regalos de ropa interior limpia!»

Amigos mios, no me van a atrapar. Aunque tenga que vivir huyendo, y aunque no pueda volver a casa a mi amado Michigan, os hago, a ti y a los tuyos, esta promesa solemne: a los holgazanes de America no les van a faltar sus tallarines, podrán llevar orgullosamente su ropa interior limpia como americanos libres y van a sacar del poder a Bush el próximo 2 de noviembre (aunque no se levanten para ir a votar hasta después del mediodía).

Manteneros firmes, seguid siendo holgazanes y por favor recordar cambiaros de ropa interior cada tres días. En cuanto a los tallarines, añadir agua hirviendo y removerlos.
Vuestro,

Michel Moore
MMFlint@aol.com
www.michaelmoore.com

P.S.: Mi momento favorito en el debate entre los Vicepresidentes: Cheney diciendo al moderador que esa era la primera vez que oía que muchas mujeres negras en América tenían SIDA. Sin comentarios. Cheney, durante 90 minutos, sólo mencionó el nombre de Bush -ese compañero de gobierno, «el presidente»- una vez. Deberían haber puesto “el debate entre el Presidente (Cheney) y el Vicepresidente (Edwards).

P.P.S.: Como prometí para la de hoy, la carta de mañana será sobre mi nuevo libro «¿Alguna vez volveremos a confiar en nosotros mismos?: Cartas desde el Campo de Batalla.» Y gracias, a todos, por colocar Fahrenheit 9/11 en su primer día en el puesto nº 1 en el Amazonas. Si vuestro proveedor habitual no tiene bastantes copias, o aparece otro problema, por favor enviad un correo Sony Home video en HeySony@michaelmoore.com