Los compañeros de Canelones enviaron las fotografías que figuran en esta página. Esta toma muestra lo que no aparece en las publicadas en los medios: la multitud no sólo ocupó la Avenida del Libertador y sus veredas, sino también las calles que convergían hacia el estrado. Y todavía no había comenzado el acto.

Desde las primeras horas de la tarde de ayer, miércoles, Montevideo comenzó a virar en sus colores. Lo hizo por los centenares de puestos callejeros que vendían las banderas y balconeras del FA, pero fundamentalmente porque de a poco, hasta llegar a formar verdaderos ríos humanos, la gente empezó a volcarse hacia Avenida del Libertador y Colonia, donde el EP-FA realizaría su acto de cierre de campaña.

Sobre las 18 horas la multitud ya llegaba hasta la calle Paysandú y las arterias que desembocan en la ex diagonal Agraciada se congestionaron por la marcha de vehículos embanderados y gente de a pie. Una hora más tarde el público se había extendido, junto a un mar de banderas de Otorgués, en una multitud abigarrada hasta las escalinatas del Palacio Legislativo. Sobre las 20 horas, la gente se instalaba en las perpendiculares a la Avenida del Libertador y detrás del estrado, en lo que configuraba un cierre de campaña apoteósico.

Treinta minutos antes de comenzar el acto, las paralelas a la Avenida del Libertador, como Julio Herrera y Reissig, estaban llenas de hombres y mujeres que no encontraban la forma de acercarse. Ese mar humano fue calculado por el candidato a vicepresidente, Rodolfo Nin, en medio millón de personas.

Con el Himno Nacional, interpretado por la Orquesta Filarmónica y coreado por la multitud, dio comienzo el cierre de campaña de la izquierda. Luego siguió la canción "A redoblar", interpretada por todos los músicos y cantantes que adhieren al EP-FA.

Tabaré Vázquez dijo a los presentes que eran partícipes de la "segunda página de la revolución liberadora" de Latinoamérica. Su discurso insistió en la idea del cambio y remarcó que las primeras señales del mismo serán la honradez, la austeridad, la tolerancia y la sensibilidad para atender la emergencia social. Más adelante convocó a todos para que ayuden a concretar los cambios estructurales que el país necesita. Esa, dijo, será una tarea de todos los "uruguayos honestos".

La demostración realizada ayer por el Frente es inédita en la historia política de Uruguay, y constituye -según los dirigentes frenteamplistas- la prueba más fehaciente de que el domingo "el país cambia de rumbo, terminando con más de 150 años de gobierno de los partidos tradicionales".

El acto culminó una semana de intensa movilización de la izquierda. Es que cuatro días antes, el sábado 23, la ciudad de Montevideo había vivido una conmoción análoga, cuando el EP-FA realizó su caravana por las calles de Montevideo.

Los sobrevivientes memoriosos de otras jornadas de intensa participación ciudadana asocian la del sábado a algunas gestas deportivas, como la obtención del campeonato mundial de fútbol de 1950. Otros comparan lo ocurrido con los festejos por el ingreso de las tropas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial a las capitales de Europa que habían sido ocupadas por los alemanes.

Ese sábado, decenas de miles de automóviles y varios centenares de miles de personas participaron de la caravana del EP-FA, ya acompañando en algún medio de transporte a los candidatos Vázquez y Nin, ya vitoreando la larga columna de autos, motos, bicicletas, camiones y ómnibus (también algún carro de esos que noche a noche hurgan los contenedores de basura).

La extensión de la columna de vehículos fue de tal magnitud que por momentos asemejaba la cinta de Moebius, lo cual motivó la alteración de todo el tránsito montevideano. En los barrios populosos la gente, con carteles y banderas, provocó verdaderos tubos humanos, que enlentecieron el desarrollo de la caravana, al extremo que habiendo comenzado a las 9.30 horas terminó sobre las 20.45, sin que el ómnibus que transportaba a la fórmula presidencial y otros dirigentes de la izquierda pudiera terminar su periplo frente al Edificio Libertad.

Varias personalidades de la izquierda dijeron a BRECHA que lo ocurrido el sábado ponía en consonancia a la capital del país con las verdaderas "puebladas" que se vivieron en el Interior.

Fuente
Brecha (Uruguay)

Más información en: Partido Socialista del Uruguay