Publica, en diferentes diarios hoy, Minera Yanacocha a página entera, un aviso plagado de mentiras y monsergas. Dicen que “no siempre supimos entender la magnitud de estos cambios ni escuchar los válidos reclamos y preocupaciones expresadas durante esos años por la comunidad cajamarquina”. ¿No siempre?: ¡Nunca!
El cinismo es una refinada herramienta de la cual se valen múltiples empresas a las que el designio de ganar mucho dinero bajo el emblema oprobioso del aforismo: “azúcar caro y cholo barato”, representa prácticamente su razón de ser. Entre éstas, con dineraria riqueza e insolencia sempiterna, Minera Yanacocha destaca con luminosidad delincuencial.
Cuando el derrame de mercurio en Choropampa, Cajamarca, hace menos de 4 años, por responsabilidad directa de Yanacocha, la minera no sólo recurrió al soborno, compra de conciencias, amenazas de toda clase, maniobras y tinterilladas al por mayor. Logró que un semanario convirtiera el acto torpe y reprobable y hasta hoy impune del mercurio, en una asistencia “científica” y esforzada de Yanacocha. Los “mermeleros” de esa publicación hasta hoy no pueden explicar como trocaron en bueno el crimen contra el pueblo.
Con la complicidad asalariada de múltiples comunicadores que llevan la conciencia en el estómago y su mejor logro es cuando pasan por caja todos los 30 a cobrar los dólares que pocos años atrás eran, ¡nada más ni nada menos! los signos del fuego demoníaco más vil, Yanacocha, ha instituido la coima en los medios de comunicación de Cajamarca como parte del menú cotidiano. Para estos ex-trotskystas, incendiarios ayer y hoy bomberos desvergonzados, no hay dignidad ni honra que supere las decenas de miles de soles que reciben por su tarea subalterna. ¡Sólo merecen el escupitajo más directo por su comportamiento censurable!
Hoy Yanacocha compra espacios en diarios. Y, de seguro con la ayuda de alquiler, recurre a mea culpas tardíos e insuficientes. ¿Quién le devuelve el aire limpio, las aguas incontaminadas, los campos verdes y un proyecto de vida frustrado a Cajamarca? ¿Un vulgar y ramplón aviso pagado? ¡Pamplinas!
El problema de las transnacionales y de sus mozos burocráticos es que no privilegian un trato equitativo con las poblaciones locales. Se trata de ¡ganar, ganar! ¡a cómo dé lugar! Si en el camino se envenena las aguas que bebe la población, ¡no importa! Si se destruyen las cabeceras de los cerros y se contamina ríos y campos ¡no importa! ¡Total -dicen- nosotros traemos inversión y progreso! ¿Y cuánto le cuesta al país semejante baldón social para con sus ciudadanos del interior? ¿Se preguntan esto los asesores ciegos, sordos y mudos de Yanacocha? De repente sí, pero cada fin de mes, se olvidan del tema porque lo van a pensar después.
¡El papel aguanta de todo y si hay una empresa, entre otras muchas, que ha asumido un papel matonesco, corrupto y profundamente nocivo, esa es Minera Yanacocha!
¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter