Las elecciones presidenciales en los EEUU han ocultado algunas revelaciones importantes de la guerra en Irak. Cuando nos preguntamos cual es la cifra exacta de muertos en la población civil iraquí a consecuencia directa de los bombardeos y de las diversas operaciones militares de la ocupación estadounidense hasta hoy en día, un informe reciente, publicado por la revista medical The Lancet nos brinda la respuesta, la cual es más precisa que una reporte sobre el terreno por dichas fuerzas de ocupación: la estimación más baja arroja la horrorosa cifra de 100 000 muertos civiles iraquíes (comprendidos niños y mujeres). A esta cifra hay que añadir las estimaciones suplementarias del número de víctimas a consecuencia del infame embargo en productos comestibles: «petróleo contra alimentos», auspiciado por los EEUU y avalado por la ONU y que precedió a la invasión del país.

En cuanto a las bajas en las fuerzas de la Coalición anglosajona, fuera de la propaganda de los medios de comunicación conformistas y parametrados, los cuales señalan dos o tres muertos por día, la cifra de 80 ataques cotidianos contra las fuerzas de ocupación, información que avanzó John Kerry el 26 de octubre 2004, tiende a confirmar el análisis que habíamos desarrollado respecto a la situación militar. La revista Newsweek afirma también, en su edición de la primera semana de noviembre 2004, que el Secretario de Estado y antiguo general norteamericano Colin Powell, declaró a personas allegadas, que él estima probable una victoria de la resistencia. Esta, según parece, habría llegado a infiltrar totalmente las fuerzas armadas iraquíes que la Coalición trata de constituir y formar para controlar e país. Justamente, son sobre estas fuerzas que tanto George W. Bush como John Kerry cuentan apoyarse para ganar la guerra en Irak.