Los jóvenes de Iberoamérica cuentan hoy con más capacidades, pero menos posibilidades de materializarlas. El informe "La juventud en Iberoamérica. Tendencias y urgencias", elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ), intenta potenciar el enfoque del joven como sujeto de derechos y adoptar el concepto de ciudadanía integral que oriente las iniciativas de políticas de juventud.

Actualmente, cerca de 186 millones de personas comprenden el universo de los "jóvenes" (entre los 10 y 29 años de edad) en América Latina, El Caribe, España y Portugal, lo que representa alrededor del 37% de la población total de esta región. Este grupo aún recibe por parte del resto de la sociedad una valoración que lo estigmatiza como disruptivo, inconsecuente o riesgoso.

Para modificar esa percepción, el estudio de la Cepal y la OIJ señala que se deben considerar a los jóvenes como un potencial más que un problema. Asimismo, junto con establecer su especificidad como grupo poblacional, se debe trabajar en la generación de igualdad de oportunidades para que estos jóvenes puedan realizar sus proyectos de vida.

El estudio muestra que los jóvenes viven hoy con mayor dramatismo que el resto de la población una serie de tensiones o paradojas. Un análisis de estas realidades permitiría dar cuenta de los cambios que experimentan los jóvenes y tener una mejor aproximación a sus necesidades reales. Entre estas paradojas se encuentran:

 La juventud de hoy goza de más acceso a educación, pero menos acceso a empleo.
 Los jóvenes tienen más acceso a información, pero menos acceso a poder.
 La juventud cuenta hoy con más expectativas de autonomía, pero posee menos opciones para materializarla.
 Los jóvenes de hoy se hallan mejor provistos de salud, pero menos reconocidos en su morbimortalidad específica. Es decir, enfrentan un vacío tanto desde la perspectiva hospitalaria como de la prevención de riesgos, con relación a aquellas enfermedades, accidentes o agresiones que tienen mayor prevalencia en esta etapa de la vida.
 Los jóvenes son más dúctiles y móviles, pero al mismo tiempo más afectados por trayectorias migratorias inciertas.
 La juventud es más cohesionada hacia adentro, pero con mayor impermeabilidad hacia fuera.
 Los jóvenes parecen ser más aptos para el cambio productivo, pero más excluidos de éste.
 La juventud ostenta un lugar ambiguo entre receptores de políticas y protagonistas del cambio.
 La juventud ha expandido su consumo simbólico (mayor acceso a educación formal, medios de comunicación, mundos virtuales y a los íconos de la publicidad), pero ha visto restringido su consumo material (la pobreza juvenil no se reduce y disminuyen las fuentes de generación de ingreso).
 Finalmente, se produce un contraste entre autodeterminación y protagonismo, por una parte, y precariedad y desmovilización, por otra.
Asimismo, el informe hace una propuesta de indicadores para el análisis y seguimiento de la situación de los jóvenes y de las políticas públicas de juventud, y presenta algunas alternativas metodológicas.

Los jóvenes en cifras

 Se prevé que la cantidad de jóvenes en el total de la población de Iberoamérica vaya disminuyendo con el tiempo. A mediados del siglo XXI llegarían a constituir el 25% de la población y en algunos países (como España) el 20%.
 La fecundidad en América Latina ha bajado sensiblemente. Mientras en 1987 en promedio las mujeres tenían 2,2 hijos nacidos vivos al cumplir los 30 años, actualmente el promedio es de 1,7.
 En torno a 2002, en América Latina el 58% de los jóvenes entre 15 y 29 años vivían en familias nucleares, un 33% en familias extendidas, un 3,3% en familias compuestas, un 1% en hogares unipersonales y un 4,2% en hogares sin núcleo conyugal.
 En 2002, un 41% de los jóvenes eran pobres en Latinoamérica (aproximadamente 58 millones, con 21 millones 200 mil de pobres extremos).
 La incidencia del VIH/SIDA en la mortalidad de los jóvenes es de 2,9 por cada 100 mil, mientras que la de los adultos de 25 a 44 años es de 16,9 por cada 100 mil.

Las recomendaciones del informe de la Cepal y la OIJ están en línea con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, un conjunto de metas establecidas por 189 jefes de estado en la Cumbre del Milenio, celebrada en septiembre de 2000 en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Una de esas metas es "elaborar y aplicar estrategias que proporcionen a los jóvenes de todo el mundo la posibilidad real de encontrar un trabajo digno y productivo".

Publicado en Quantum N.40