El ALCA de “geometría variable” surgido de la reunión ministerial de Miami “es una novedad institucional cuyos impactos aún no han sido evaluados” por los países de América Latina y el Caribe, señaló el Sistema Económico Latinoamericano (SELA) en un documento presentado en el marco de la XXX Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano.

El documento, titulado “Las negociaciones de acceso a mercados de bienes y servicios en el ALCA”, describe el estado en que se encuentran las tratativas para la conformación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), las cuales se encuentran virtualmente paralizadas desde la VIII Reunión Ministerial que se realizó en Miami, Estados Unidos, en noviembre de 2003.

En esa ocasión, y como fórmula para destrabar las negociaciones, los 34 países que participan en el proyecto para la creación del ALCA abandonaron el principio de compromiso único que había regido las negociaciones hasta entonces.

En su lugar decidieron negociar un acuerdo marco con un conjunto común de derechos y obligaciones, y dar libertad a los países para negociar en el ámbito plurilateral - es decir con otros países o grupos de países - liberalizaciones adicionales. Esta combinación de esquemas es lo que se conoce como “geometría variable”.

Esta nueva orientación “determina una mayor diversidad de situaciones de lo que se estimaba inicialmente. El ALCA de geometría variable es una novedad institucional cuyos impactos no han sido aún evaluados”, señala el documento.

El estudio indica que aunque se ha reiterado que los acuerdos bilaterales y subregionales que actualmente existen en el hemisferio “podrán coexistir con el ALCA”, lo cierto es que “la integración latinoamericana y caribeña está asociada directamente con los resultados de la integración hemisférica”, pues la existencia de los acuerdos previos dependerá de que los derechos y obligaciones acordados en ese marco “no estén cubiertos o no excedan los derechos y obligaciones del ALCA”.

Según el mandato de la Declaración de Miami, el Comité de Negociaciones Comerciales (CNC) debía definir el conjunto marco de derechos y obligaciones que sería aplicable a todos los países y los procedimientos para establecer los acuerdos plurilaterales con los compromisos adicionales.

“Empero, no existe consenso entre los negociadores en torno a la relación entre el conjunto común de derechos y obligaciones y los acuerdos plurilaterales. Eso es parte de la discusión actual”, dice el estudio.

La disyuntiva radica en la interpretación que se le ha dado al mandato emanado de Miami. Por un lado esta la interpretación que hacen los países del Mercosur, para los cuales los acuerdos plurilaterales son de adopción voluntaria, mientras que el acuerdo ALCA quedará constituido por el conjunto común de derechos y obligaciones.

La segunda interpretación tiende a ver el ALCA compuesto por el acuerdo común y los acuerdos plurilaterales “como dos conjuntos con jerarquías distintas, lo que quiere decir que las ventajas de acceso a mercados pasarían a depender de la aceptación de los compromisos más restrictivos de los acuerdos plurilaterales”.

“Las diferencias - prosigue - en la interpretación del mandato de Miami, que se reflejaron en la reunión del CNC realizada en febrero de 2004, y que persistieron en reuniones siguientes, no han permitido el avance de las negociaciones. Consecuentemente, sin los lineamientos del CNC, los nueve grupos negociadores no han conseguido reanudar sus labores, lo que comprometió seriamente la meta de finalizar las negociaciones de acceso a mercados a fines de septiembre de 2004, y por ende, de concluir las negociaciones del ALCA a más tardar en enero de 2005”.