Jim Taricani

En momentos en que los Estados Unidos se pronuncia ante una ley de medios en Venezuela por atentar contra la libertad de expresión, un juez de la Corte del Distrito de Rhode Island sentenció a seis meses de casa por cárcel al periodista Jim Taricani, de la cadena de televisión NBC, por negarse a revelar su fuente de información.

El pasado mes de marzo, el Juez de Distrito de los Estados Unidos sentenció a Taricani por desobedecer a las autoridades al no revelar quién le había entregado una cinta de video del FBI, amparado por una orden que prohíbe su difusión por formar parte de una investigación en un caso de corrupción del Alcalde de Providence, Vincent Cianci. Toda vez que el periodista continuaba negándose a revelar su fuente, se decidió iniciar una acción penal por obstrucción de la justicia, considerándose esto como un hecho "criminal".

A pesar de que el abogado Joseph Bevilacqua dijo ser la fuente relacionada con la entrega de la cinta del FBI, esta revelación no tuvo efecto para evitar que se sentenciara al periodista.

El juez además le impuso al periodista una multa de mil dólares diarios, la cual ha sido rigurosamente pagada por el reportero desde agosto. El total de 85 mil dólares de la multa ha sido reembolsado por la cadena de televisión NBC al periodista.

Después de casi 9 meses, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó, en un comunicado de prensa del 8 de diciembre, su preocupación ante la posibilidad de que el reportero de NBC fuera sentenciado a seis meses de cárcel.

Aún cuando la Relatoría destaca que la libertad de expresión contempla el derecho de los periodistas a mantener en secreto la identidad de sus fuentes, pues este derecho se refleja en la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión de la CIDH, no especifica si viola o no el Principio 8 de dicha declaración, que dice: "Todo comunicador social tiene derecho a la reserva de sus fuentes, apuntes y archivos personales y profesionales".

El caso de Taricani se suma a los otros casos de periodistas perseguidos por la justicia en Estados Unidos, como el de Judith Miller, del New York Times y Matthew Cooper, de Time Magazine, entre otros, por no revelar sus fuentes.