José Luis Rodríguez Zapatero

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó a su predecesor José María Aznar de cometer un "engaño masivo" por haber atribuido los atentados del 11 de marzo en Madrid al grupo armado vasco ETA, pese a las evidencias que apuntaban a terroristas islámicos.

"Nunca hubo una línea de investigación que apuntara a ETA", aseguró Zapatero ante la comisión parlamentaria que investiga la masacre, que dejó 191 muertos y más de 1.500 heridos en una serie de ataques sincronizados con explosivos en trenes y estaciones ferroviarias.

Durante un largo testimonio, de más de 14 horas, el jefe del gobierno español destacó que todas las fuentes de la investigación sobre el 11-M demuestran que "la preparación, la autoría y la responsabilidad de los atentados corresponden en exclusiva al terrorismo internacional de tipo islamista radical".

Zapatero habló de una furgoneta hallada poco después de los atentados en las afueras de Madrid, en la que se encontraron grabaciones de audio con versículos del Corán y detonadores. "La manera en la que apareció ese vehículo tenía todas las características de una reivindicación clarísima" por parte de terroristas islamistas, y pese a ello, subrayó, el gobierno de Aznar decidió mantener la tesis de ETA.

El jefe del gobierno salió al cruce de las declaraciones de Aznar, quien en su comparecencia ante la comisión, el 29 de noviembre, sugirió la existencia de vínculos entre los terroristas islámicos y ETA. "No existe relación alguna de carácter relevante para la preparación, autoría y responsabilidad de los atentados" entre estos dos grupos, sentenció Zapatero.

Como respaldo, leyó informes de la Comisaría General de Información en los que se atribuye "al mero azar" las posibles conexiones entre miembros de ETA y los autores de los ataques.

"El atentado del 11-M fue ideado, planificado y cometido por el mismo terrorismo asesino que ideó, planificó y cometió los atentados del 11 de septiembre de 2001 (en EE.UU.)" y luego en Bali (Indonesia), Casablanca (Marruecos) o Estambul, agregó.

También negó las afirmaciones de Aznar de que los atentados buscaban "volcar" el resultado de las elecciones. El jefe del Ejecutivo aconsejó al PP reconocer que el resultado en las urnas se debió a los "errores" cometidos en su gestión y no al ataque terrorista.

Tras afirmar que la responsabilidad de un atentado es siempre de los terroristas, señaló que "la responsabilidad política se basó después en la pérdida de confianza" de los votantes "por el engaño al que fuimos sometidos".

Zapatero expresó que el respaldo del gobierno de Aznar a la guerra de Irak "elevó el riesgo", y reconoció que el peligro de nuevos ataques "permanece alto".