El presidente venezolano Hugo Chávez Frías impone en la agenda política el tema de la integración regional. Un proyecto tan necesario como ambicioso sobre el cual ha contestado a preguntas de BRECHA.

La construcción de la unidad latinoamericana es el sueño frustrado desde la derrota política del libertador Simón Bolívar, hace ya casi dos siglos. Para liquidar este sueño, proyecto político que ha sido derrotado en varias circunstancias, en ningún lugar como en Latinoamérica el imperio estadounidense ha utilizado la herramienta del divide et impera del antiguo imperio romano.

- Usted vuelve a proyectar y a presentar, como un paso fundador de su programa político, la necesidad ineludible de un proceso integrador, de la construcción de una patria grande latinoamericana desde el Río Grande hasta Tierra del Fuego.

- Hay mucho de sueño en esto de la integración latinoamericana. Pero nosotros creemos que es un sueño posible. Una utopía realizable. Yo creo que este es un buen momento para realizar sueños. Nosotros estamos avanzando hacia este objetivo en varias direcciones, por varios frentes. Y creo que ningún otro sueño puede ser realizado si no se empieza por un proceso unitario latinoamericano.

- Sin embargo ya una serie de siglas quedan para la historia, desde ALALC, ALCAN y el Mercosur. Ahora en Cusco se acaba de crear la Comunidad Sudamericana de Naciones, a la que es necesario dar contenido.

- La Comunidad Sudamericana de Naciones es un paso importante: no importa que avancemos un milímetro en el camino, siempre y cuando sea en la dirección correcta, porque podemos andar como un avión en la dirección incorrecta. Tengamos clara la brújula, el rumbo, el mapa y avancemos contra viento y marea. A veces el viento es muy fuerte y no podemos avanzar, a veces es un pie atrás, pero esa es la dirección. No importa cuánto tardemos. Dimos un paso en esa dirección, la dirección correcta.

Pero fíjese cómo ha cambiado, al menos el discurso, en estas cumbres. Antes cuando yo llegaba decían: “Ahí anda el loco de Chávez”. Recuerdo que en una de las primeras cumbres en las cuales nos encontramos, yo intervengo, Fidel interviene. Luego Fidel me manda un papelito que dice: “Chávez, siento que ya no soy el único diablo en estas reuniones”. Es que nosotros tenemos una propuesta integradora, para los pueblos y los trabajadores. No van a poder con nosotros, unidos como estamos. Tenemos un proyecto, tenemos una estrategia y mil tácticas, mil regimientos en ofensiva. No habrá quién pare este movimiento revolucionario por todas estas tierras.

Ahora hay que darle forma a este movimiento internacional y esto es urgente, porque la agresión que Cuba ha resistido por más de 40 años, y sigue resistiendo, con la amenaza allí creciente, y las agresiones que Venezuela lleva más de cinco años resistiendo, igual serán lanzadas contra cualquier gobierno o cualquier país que se deslinde del imperio.

-Sin embargo la construcción de la patria grande latinoamericana que usted ha vuelto a llevar a la agenda política es un sueño tan grande que ni siquiera muchos latinoamericanos, especialmente en el sur del continente, se atreven a soñarlo. Hay gobiernos progresistas que hacen apenas referencias pálidas y rituales. Sería interesante para los lectores de BRECHA enmarcar su sueño bolivariano en el marco de una agenda política concreta.

-Nosotros estamos aprendiendo muchas cosas. El pueblo está aprendiendo estas cosas. Y hemos aprendido que la técnica tiene que servir a la política. La política tiene que ser la reina, arriba de la técnica y de la economía. Y bueno, de aquí nace la idea de Petrosur. Por primera vez Petrosur o Petroamérica, o Petrocaribe, imagínese sumar el potencial petrolífero que tiene México, con el que tiene Argentina, Venezuela, Bolivia, Colombia. En todos estos países hay petróleo, donde más, donde menos. Y el gas natural. Cuba tiene mucho petróleo. Fidel dice que va directo a la OPEP.

-Se entiende que para usted la vía de acercamiento pasa por la integración económica, según un modelo parecido al de la Unión Europea.

-Nosotros propusimos la creación de un Banco Central Latinoamericano. ¿Dónde están las reservas de Venezuela? En los bancos del Norte. Oro, dólares, euros. Y más allá: un fondo monetario latinoamericano. Nosotros queremos salir del Fondo Monetario Internacional. Pero en todo el continente no hay nadie más que Cuba y Venezuela de acuerdo con esta propuesta. Y como Cuba no está en el Fondo Monetario Internacional, nos quedamos nosotros.

Pero no es sólo esto. En lo que concierne a las propuestas concretas para frenar también en materia cultural el dominio imperialista, nosotros proponemos una televisión del Sur. Este es un proyecto concreto en el cual trabajamos desde hace tres años y que está a punto de salir a la luz. Y en fin está el ALBA (Alternativa Bolivariana para América), una integración basada en la colaboración y no en la competencia, que además tomaría en cuenta a los sectores sociales más desprotegidos y que se movería sobre las bases del desarrollo endógeno ya impulsado por nuestra Constitución Bolivariana. Todos estos son sueños posibles. Todo es atreverse.

Publicado en Brecha