Una ejemplar multa que frisa los 33 millones de soles estaría a punto de imponer Osinerg al Consorcio TGP (Transportadora del Gas Peruano) por el escape de combustible en Túpac Amaru, Echarate, Valle de La Convención, Cusco, el 22 de diciembre pasado. Esto significaría un progreso porque a estas empresas hasta hoy no se les había tocado ni con el pétalo de una rosa bajo el supuesto que Camisea da patente de corso para hacer y deshacer. ¡Enhorabuena!

Pocos días atrás, en el Ministerio de Energía y Minas, los representantes de esta empresa y hasta los de su ONG ad hoc, llamada pomposamente Defensoría de Camisea, financiada por Plus Petrol e instituida por la Universidad Católica, pretendieron demostrar que no hubo efectos dañinos al medio ambiente por el escape gaseoso. Como suele ser costumbre, el dinero fleta cualquier cosa y en este caso no podía ser de otro modo, la ONG Defensoría, calla y lo hace descaradamente porque de lo contrario ¡no hay fondos! Los de Plus Petrol ya aprendieron las taras mañosas y también se compraron su ONG particular y tapadora de cualquier entuerto. ¡Qué desverguenza!

La idiotez institucional peruana ha hecho creer, en complicidad con la prensa vendida, que cualquier crítica o señalamiento sobre Camisea constituye un freno al “progreso” y al “desarrollo” de la zona. ¡Como si destruir la cabecera de los cerros, contaminar aguas y pastos, como lo han hecho Techint, Plus Petrol y TGP, significara la evolución del Perú! ¡Y es más: con la agresión manifiesta a las etnias indígenas que han protestado en mil y un oportunidades sin que el Perú oficial les haga mucho caso!

Días atrás, un alto funcionario de Hunt Oil estuvo en Palacio y como comisario veedor de los progresos de sus inversiones, expresó que Camisea era un proyecto de interés para la seguridad de los Estados Unidos. ¿Cómo? Sí, ningún diario, radio o canal, tomó debida nota de esta declaración de por sí connotada. ¿O sea que ahora ya no hay tapujos y se dice descarnadamente que el desarrollo de Camisea es vital no para Perú sino para los Estados Unidos? Pensé, con optimismo, que aquella cantinela de que éramos el patio interior de Gringolandia era tema del pasado, pero me entero que no es así. ¡Rayos y centellas!

El señor Carlos del Solar, gerente local de Hunt Oil, dijo ayer que a su empresa NO le interesaba en dónde se construía la planta de licuefacción del gas de Camisea sino que se protegieran sus inversiones millonarias de largo plazo. Se infiere que tampoco le importa un comino el daño al medio ambiente, la contaminación del puerto y de las aguas de Playa Lobería y los probables escapes de combustible. ¡Vaya insolencia la que se maneja este tipejo!

¿Qué dicen los medios? ¿Por causa de qué callan? ¿O creen que el tema energético sólo concierne a los que están de turno en el gobierno o en las administraciones haciendo negocios de toda índole, ocultos y públicos? ¡Majadera estupidez y cretinismo el que muestran los “comunicadores” del país! ¿Quién paga tamaño y proditor silencio?

Plus Petrol, Techint y TGP ya aprendieron muy bien las mañas criollas y hasta se compraron su ONG particular. ¡Lo malo es infeccioso, cuidado!

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!