El general (r) Manuel Contreras y cuatro de sus más cercanos colaboradores, símbolos todos de la sangrienta represión que enfrentó Chile durante 17 años de régimen militar, cumplieron el 29 de enero su primer día en la prisión.
De nada valió al ex jefe de la tenebrosa Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), órgano represivo creado por el ex dictador Augusto Pinochet para eliminar a los seguidores del ex presidente Salvador Allende y otros opositores, sus alardes de valentía.
Su aparatoso arresto, transmitido en vivo a todo el país por la televisión, selló un día histórico de particular regocijo para familiares de víctimas, abogados y luchadores por los derechos humanos, tanto en Chile como en el exterior.
Contreras fue recibido con una lluvia de huevos, piedras y objetos lanzados por cientos de chilenos enfurecidos que lo esperaban desde temprano en la mañana en la puerta del Palacio de los Tribunales, como una muestra del desprecio que su figura representaba.
Como complemento de la jornada era anunciada la condena a cadena perpetua del sucesor del jefe de la DINA, el también general (r) Hugo Salas Wenzel, y a largas penas otros 14 de sus más cercanos colaboradores.
En el primer caso fueron sancionados sólo por uno de sus crímenes, el secuestro y desaparición del militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Angel Sandoval, pero en el que se puso de manifiesto una definición importante de la justicia.
En esta ocasión, por primera vez la Corte Suprema rechazó, el pasado noviembre, la aplicación de la controvertida Ley de Amnistía -impuesta por Pinochet en 1978- para cerca de dos mil casos de desaparecidos que todavía no han sido resueltos por los tribunales.
En el segundo ejemplo, que involucró al director de la Central Nacional de Inteligencia (CNI), órgano represivo que sucedió a la DINA, y otros 14 de sus seguidores, fueron juzgados por el asesinato a sangre fría de 12 militantes del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, en 1987.
El sangriento suceso, conocido por Operación Albania o Matanza de Corpus Cristi y llevado a cabo en venganza por el fallido atentado contra el dictador Pinochet unos meses antes, conmovió al país a dos años apenas del plebiscito que puso fin al régimen militar.
Junto con Salas Wenzel fueron sancionados también Alvaro Corbalán, ex jefe operativo de la CNI y otra de las figuras más odiadas del antiguo régimen (a 15 años de cárcel), y el ex oficial de Carabineros Iván Quiroz (10 años), dos piezas clave del sangriento operativo.
La mayor parte de ellos reciben aún del Ejército de Chile una pensión de post guerra, que se otorga excepcionalmente a los oficiales y sus familiares que han perdido o arriesgado la vida en actos de defensa del bien público.
Ahora se espera que sean, junto a Contreras y los ex agentes DINA Miguel Krassnoff, Marcelo Moren, Fernando Laureani y Gerardo Godoy, los próximos huéspedes de la recién inaugurada prisión de “Cordilleras”, especialmente remozada para acoger a ex represores.
A ella no irá, sin embargo, el máximo responsable de todos los crímenes: el general Augusto Pinochet, como amargamente se quejaron ayer Contreras y otros de sus colaboradores cuando rechazaban ser “la cúpula de la DINA”, como generalmente son reconocidos por la prensa.
“La cúpula de la DINA era el general Pinochet, su jefe máximo, quien daba todas las órdenes”, afirmó Contreras en una entrevista para la televisión momentos antes de ser arrestado en el aparatoso operativo de la Policía de Investigaciones.
Las abrumadoras muestras de simpatía y de júbilo nacional provocados por estos acontecimientos fueron tan masivas y espontáneas que los sectores políticos, tanto del gobierno como de la oposición de extrema derecha, tuvieron que sumarse para no quedar expuestos en un año de elecciones.
Las más significativas expresiones de apoyo vinieron del Presidente, Ricardo Lagos quien es sin embargo un fuerte partidario de poner fin al debate nacional sobre derechos humanos.
A él se sumaron las candidatas presidenciales Michelle Bachelet y Soledad Alvear (oficialistas), y el derechista Joaquín Lavín (oposición).
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