The Partnership pictured above: Dr. Jose Robayo of the National Judiciary Council; Dr. Armando Bermeo, President of Ecuador’s Supreme Court of Justice; Patricia Esquetini of the Fundación Esquel; Lars Klarreson, USAID representative in Ecuador; Bahiah Khamsi Globatel/GDLN; Homero Tinoco, Dean of UTPL’s Judicial Faculty

La reestructuración de los Tribunales Supremo Electoral (TSE), Constitucional (TC) y la Corte Suprema de Justicia (CSJ), ocurrida recientemente en el Ecuador, fue el escenario para que políticos, empresarios y organizaciones que representan a los intereses de la oligarquía aparezcan ante la opinión pública, bajo el membrete de organizaciones ciudadanas, para promover la revocatoria de los funcionarios de estas instituciones del Estado.

Algunos, con el discurso trillado del respeto a la Constitución y a la democracia, que algunas veces ha sido pisoteada por ellos mismos, organizaron marchas, plantones y hasta, ridículamente, «velaciones» por la muerte de las «Leyes de la República».

En estos novedosos espacios «democráticos de protesta» aparecen varias organizaciones que dicen ser representantes de la sociedad civil, financiadas por millonarios recursos económicos que les otorgan Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) de los Estados Unidos.

Una de estas es Corporación Participación Ciudadana (PC) que, según información otorgada por este mismo grupo en su página web, recibe el total de sus recursos económicos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que es una organización del Departamento de Estado de los EEUU para la intervención en la política interna de los países del mundo.

The USAID Mission in Ecuador

Es necesario conocer cuáles son los reales propósitos de estos personajes que fortalecen su imagen a través de los grandes medios de comunicación, defendiendo supuestos principios éticos y políticos de «responsabilidad, honestidad, tolerancia, conciencia, humildad y firmeza».

Estos individuos, que representan a los sectores de la derecha ecuatoriana y no al 80% de pobres del país, aceleran las estrategias político-norteamericanas en la realidad ecuatoriana, a partir de tres ejes temáticos: Democracia, partidos políticos y participación ciudadana; Democracia y liderazgo político; y Democracia y medios de comunicación. Estrategias que serían evaluadas a finales de este año, luego de permanecer tres años siendo los supuestos representantes de los ciudadanos ecuatorianos. ¿Quiénes se encargarán de esa evaluación? ¿ La sociedad civil o la USAID, de quien reciben el dinero?

¿Qué es la USAID?

El proyecto de Ley de Asistencia Exterior norteamericana se transformó en Ley en el año de 1961, con lo cual se empieza a entregar menos de la mitad del 1 por ciento del presupuesto federal a este propósito estratégico-ideológico. Cabe indicar que cerca de 450 mil millones de dólares anuales se destinan al presupuesto militar en los EE.UU como estrategia intervencionista armada tal como ocurrió en Irak y que incluso de este presupuesto serviría para financiar los proyecto de «ayuda humanitaria” de la USAID.

Con esta intención, a través de un decreto del presidente de los Estados Unidos J.F. Kennedy, se crea la USAID con el supuesto objetivo de administrar la asistencia económica y humanitaria en el mundo. Sin embargo, su nacimiento se remonta al Plan Marshall para la reconstrucción de Europa, aplicado al finalizar la segunda guerra mundial.

Escondidos en esta «ayuda humanitaria», las principales metas de esta agencia es embarcar a gobiernos, organizaciones privadas, universidades y hasta empresas privadas, como principales aparatos ideológicos de la política yanqui para la defensa de las reformas «democráticas norteamericanas». La USAID es constituida como principal fuente de financiamiento económico de carácter ideológico en el mundo, trabajaría con más de 3.500 compañías norteamericanas y más de 300 organizaciones privadas en el mundo.

Las intervenciones políticas de la agencia, a través de los representantes Robert Menard y Otto Reich en Latinoamérica, ha sido evidente en los casos de Cuba, Chile, Nicaragua, Colombia y ,últimamente, en Venezuela.
Así, por ejemplo: en Colombia 47 millones de dólares han sido entregados a organizaciones oligárquicas colombianas para defender la «democracia y los derechos humanos» con características similares a las de Participación Ciudadana.

Asimismo, en Venezuela, pese a que el Gobierno de Hugo Chávez ha logrado aglutinar varias organizaciones sociales que defienden el ideal de la Revolución Bolivariana, le ha sido imposible obtener el respaldo nacional e internacional debido al trabajo de la USAID en la política de este país.

Esta organización norteamericana, a través de un batallón de espías que integran las «fundaciones democráticas», han intentado desprestigiar a Chávez como el típico militar golpista Latinoamericano. La USAID, que operaría en forma conjunta con corporaciones particulares venezolanas, ha intentado dividir el pensamiento progresista y la unidad del pueblo venezolano apoyando a la oposición en las marchas y intentos de boicot, por ejemplo en el referendo de agosto pasado. Es decir, financian la contrarrevolución venezolana a pretexto del respeto a la «Constitución y Democracia», financiamiento que en ese país es dirigido por un veterano del juego sucio: Otto Reich.

En Cuba, el trabajo de la USAID no ha logrado sus objetivos pese al trabajo de inteligencia realizado por el Jefe de esta misión en la Habana, Jim Cason, que ha aglutinado en sus filas a varias organizaciones particulares y a periodistas independientes como Robert Menard. Este seudoperiodista, que pertenece a un grupo reducido de cubanos de la derecha, con el pretexto de luchar por la libertad de prensa, se ha convertido en un instrumento ideológico del Gobierno de Washington a través de Reporters Sans Frontières (Reporteros Sin Frontera).

Según el periodista Jean Guy Allard, especial para Grama Internacional, Menard, plagiando el nombre de organismos internacionales con una cierta credibilidad, no le fue dificil encontrar dinero para sus proyectos de desinformación. Según este periodista, Robert Menard estaría operando con apoyo de la CIA, el National Endowment for Democracy (NED) y la United Status Agency for Internacional Development (USAID).

Estas, entre otras, han sido las intervenciones que ha realizado la política norteamericana a través de la USAID en todo el mundo, especialmente en Latinoamérica, donde las fuerzas populares en contra del imperialismo cada día son más fuertes. Ahora es fácil entender el trabajo realiza Participación Ciudadana en nuestro país financiada también por la USAID.

¿Quiénes son Participación Ciudadana?

Con estos antecedentes es fácil entender las intenciones que mantiene la PC en nuestro país, pues ha sido evidente en estos últimos días la actitud de su director, César Montúfar, quien ha sido uno de los primeros «ciudadanos» que ha coincidido con la posición de los demás representantes de la USAID en el Mundo: defender la “Democracia y Constitucionalidad”.

Con este objetivo PC desarrolla temas constitucionales con propuestas de reforma y proyectos de ley para «mejorar el sistema jurídico del país», y en el ámbito electoral realizan observaciones a los procesos electorales. La intención de PC sería interesar a los ciudadanos y ciudadanas en el cuidado de las elecciones y del fortalecimiento de la democracia burguesa.

Es así como, en el 2003, PC fue participe de una campaña de la puntualidad, y en el año pasado otra por la no utilización de fondos públicos en los procesos electorales. Campañas que habrían recibido cerca de 420 mil dólares para la ejecución de estos proyectos universales de los Estados Unidos en el Ecuador. De esta manera, se han considerado como «actores políticos no partidistas a nivel nacional y local con la firmeza de promover un pacto ético político entre representantes y ciudadanos que profundice la democracia ecuatoriana».

Sin embargo, Montúfar, con sus demás compañeros de PC, estuvieron presentes en la última «Marcha Blanca» organizada por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, donde asistió toda la oligarquía guayaquileña. Con esta intención, pretenden cumplir firmemente con sus objetivos: contribuir al fortalecimiento de la institucionalidad y el liderazgo democrático en el país, promover la participación ciudadana en la vida democrática ecuatoriana, promover la transparencia en las actividades públicas y en los procesos democráticos y, finalmente, propiciar el debate y la búsqueda de acuerdos sobre temas trascendentales para el país.

Empresarios, exfuncionarios públicos de gobiernos corruptos, sacerdotes y periodistas,
forman parte de la Corporación de Participación Ciudadana. Los reconocidos personajes que integran PC son: Benjamín Rosales, exgobernador del Guayas en el gobierno de Jamil Mahuad y empresario; Yolanda Kakabadse, ex Ministro de Medio Ambiente en el gobierno de Gustavo Noboa y representante de ONG’s ambientalistas; Jorge Vivanco, subdirector de Diario Expreso; Joaquín Zevallos, expresidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil.

De igual forma, Claudio Malo, exministro de Educación y ex vocal de la Comisión Anticorrupción; Gustavo Pinto, empresario quiteño; Mae Montaño, exgerente de Autoridad Portuaria de Esmeraldas; Anunzziata Valdez, exlegisladora por el PSC por la provicnia del Guayas, Mons. Vicente Cisneros, entre otros.
Quien más que ellos en darse el lujo de realizar la auditoría con dos de las empresas reconocidas como la Deloitte & Touch Tohmatsu y la firma Núñez Serrano & Asociados de los cientos de miles de dólares que administran.

Se imaginan la cantidad de dinero que reciben del exterior desde que fue creada en julio del 2002 y la capacidad de aglutinar a varios técnicos, coordinadores provinciales, equipos de trabajo locales y clubes de participación ciudadana en la mayoría de provincias del país. Uno de los principales técnicos de PC es Montúfar, que según en una entrevista con un matutino de la capital manifiesta que “ De parte del Gobierno estadounidense no se ve aún la gravedad de lo que ha ocurrido en el país (Ecuador). Lamentablemente no se en piensa que lo que está ocurriendo aquí va a tener un impacto en toda la región”. Este diálogo se remite al desacuerdo de la reestructuración de las Cortes. (VESV).

Otto Reich
El veterano del juego sucio
 Alienta la decisión de Washington de no permitir un bloque regional de poder en
Latinoamérica
 Cubano de extrema derecha que maneja la política de Estados Unidos en América,
especialmente contra Cuba y Venezuela.
 Enviado especial del Departamento de Estado de los Estados Unidos para América del Sur.
 Recaudó, canalizó y lavó dinero ilegal en las islas Caimán y Lakke Resources de Suiza.
 Involucrado en el intento de derrocar al Gobierno de Chávez.
.-Pertenece a una red de veteranos de la conspiración Irán-Contra que ocupan altos cargos en la administración Bush.