Producen y exportan más pero ganan menos
Los mercados mundiales de alimentos están sesgados en contra de los países más pobres del mundo, que se han visto obligados a depender de un pequeño número de productos básicos cuyo valor ha caído en los últimos años, informó este martes un informe de Naciones Unidas.
"Muchos agricultores y países exportadores todavía se encuentran atrapados por su dependencia (de ciertos productos básicos), produciendo y exportando más, pero ganando menos de lo que ganaban en el pasado", indicó la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En este nuevo informe, titulado El estado de los mercados de productos agrícolas básicos, el organismo señaló que los precios para los productos agrícolas han bajado cerca de 2 por ciento por año en las últimas cuatro décadas, un duro golpe para los países que tienen fuerte dependencia de las exportaciones agrícolas.
Aunque los precios más bajos significan menores gastos en alimentos para los países pobres que son importadores netos, eso no compensa la pérdida de ingresos y el desempleo que generan las caídas de los precios entre los millones de pobres que viven en las áreas rurales, indicó.
Los subsidios a los agricultores de los países ricos exacerban los problemas, así como los aranceles que disuaden a los productores de vender productos procesados de mayor valor y la falta de capacitación y financiamiento que ayudarían a los agricultores pobres a diversificar, indicó el informe.
Unos 43 países en vías de desarrollo en Africa, América Latina y el Caribe dependen de un solo producto agrícola para obtener por lo menos 20 por ciento de sus ganancias por exportaciones.
Sin embargo, aunque los rendimientos han aumentado, la demanda no se ha mantenido y los precios han caído.
Burundi, por ejemplo, obtiene más de 70 por ciento de sus ingresos por exportaciones de café, un producto cuyo precio cayó 70 por ciento entre 1997 y 2001.
Aunque algunos países han logrado diversificarse, como es el caso de Kenya, que está explotando mercados más lucrativos como los de frutas, vegetales y flores, muchos no lo han hecho.
Además de la caída de los precios, los países en vías de desarrollo tienen que enfrentar la competencia injusta de naciones más ricas que pagan más de 230 mil millones de dólares al año en subsidios agrícolas, lo que significa que pueden vender productos como el azúcar a un precio que está por debajo del costo de producción.
La FAO quiere que la actual ronda de conversaciones de la Organización Mundial de Comercio aborde este tema, así como la llamada "escalada en los aranceles", que establece impuestos de importación más altos a bienes procesados que a materias primas.
Eso evita que los países en desarrollo se animen a procesar sus propios productos alimenticios para convertirlos en productos de mayor valor. Diez países producen 85 por ciento de los granos de cacao del mundo, pero sólo 2 por ciento del chocolate mundial, que está sujeto a aranceles mucho más altos, indicó la FAO.
Los agricultores en pequeña escala necesitan información y capacitación que les permita diversificar y satisfacer las fuertes demandas de los supermercados, que tienen un impacto cada vez mayor en la manera de producir los alimentos, dijo la FAO en su lista de recomendaciones.
La Jornada
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