Dorothy Stang

A siete días del asesinato de la
misionera Dorothy Stang, una ola de indignación y repudio recorre
Brasil. El movimientos sociales que integran el Foro Nacional por
la Reforma Agraria y la Justicia en el Campo, entidades de
derechos humanos y la Pastoral Social de la Confederación
Nacional de Obispos del Brasil anunciaron que realizarán hoy (18
de febrero) manifestaciones de protesta en la Plaza de los Tres
Poderes de Brasilia y en otras ciudades brasileñas.

El Presidente de Caritas, Demetrio Valentini, dijo que la protesta
"será un momento de denuncia e indignación contra el modelo de
’agrobandidismo’ que está matando personas y contra el irrespeto
a la vida".

El asesinato de Dorothy Stang ocurrió el sábado 12 de febrero, a las 9
de la mañana, mientras ella se dirigía con dos trabajadores a una
reunión del Proyecto de Desarrollo Sustentable Esperanza,
localizado a 40 kilómetros de la ciudad de Anapu do Oeste, estado
de Pará. Dos pistoleros le dispararon 6 balazos a quemarropa
segándole la vida.

La misionera estadounidense -nacionalizada brasileña- trabajaba
desde hace 38 años en la Amazonia defendiendo las causas
ambientales y de los trabajadores sin tierra. Por su compromiso
con los más pobres, Dorothy Stang fue declarada "ciudadana
honorable de Pará"
por la Asamblea Legislativa del estado. Así
mismo, recibió el 10 de diciembre pasado el premio de derechos
humanos, concedido por la Ordem dos Advogados do Brasil.

La misionera venía enfrentando amenazas de muerte por parte de
hacendados, grileiros (personas que se apropian de tierras
públicas) y madereros de la región, desde que inició su labor de
apoyo a los trabajadores rurales en 1997. Dorothy Stang sabía
que la iban a matar, varias veces lo denunció ante las autoridades
pero éstas no hicieron nada.

"Los gobiernos federal y estadual tenían conocimiento de listas de
amenazados de muerte por los latifundistas pero nada o muy poco
han hecho al respecto",
señaló la Comisión Parlamentaria Mixta de
Investigación de la Reforma Agraria y Urbana, en un comunicado.

Tras discutir la situación de Pará con sus ministros, Lula decidió
movilizar a unos 2000 efectivos del ejército hacia la región
amazónica de Anapu, al tiempo que la policía buscaba a los cuatro
sospechosos: dos pistoleros, un intermediario y quien habría
ordenado el asesinato. Si bien la presencia de los militares podría
reducir las tensiones en este vasto territorio donde la presencia del
Estado es bastante débil, la pregunta que muchos se hacían es
qué pasará cuando las tropas se retiren.

Movimientos que luchan por la tierra aprovecharon este momento
de conmoción nacional e internacional para criticar la política del
gobierno de Lula. El Foro Nacional por la Reforma Agraria y
Justicia en el Campo, compuesto por 45 entidades y movimientos
sociales brasileños, responsabilizó a la lentitud de la reforma
agraria por la muerte de la misionera. Agregó que más allá de los
discursos del gobierno federal, sus acciones en el estado de Pará
han sido retóricas y sin firmeza, cediendo a las presiones de los
grupos de presión, que actúan en forma articulada, con omisión o
apoyo del gobierno estadual de Pará.

"Desde la masacre de El dorado de Carajás (donde 19 campesinos del Movimiento sin
Tierra fueron asesinados por policías) hasta el asesinato de Irma
Dorothy, la política del gobierno del estado de Pará ha sido la
defensa de los intereses de los grileiros, madereros y
latifundistas",
agregó el Foro.

La Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), una ONG vinculada a la
Iglesia, exigió que este crimen sea investigado por la Policía
Federal y que sus autores intelectuales y materiales sean
juzgados en el ámbito federal, sin interferencia de la oligarquía
latifundista del estado de Pará.

En la franja amazónica del estado de Pará, los hacendados y
madereros han impuesto la violencia y el terror para defender sus
intereses. Según la CPT, en el último año, 11 personas fueron
asesinadas y más de 30 amenazadas de muerte, incluyendo a
Dorothy que fue asesinada. El Estado está totalmente ausente de
esta zona de Pará, la violencia es deliberada y está al servicio de
quienes controlan el poder (hacendados, madereros y grileiros),
señaló la CPT.

Los movimientos sociales, entre los que encuentra el Movimiento
Sin Tierra, organizaron manifestaciones y vigilias en todo el país en
homenaje Dorothy Stang, cuya muerte se puede comparar con la
del sindicalista Chico Mendes, asesinado en 1998 por el hijo de un
hacendado. Exigen castigo para los culpables y la adopción de
medidas urgentes para proteger a todos los defensores de los
derechos humanos en riesgo de muerte en el estado de Pará.

ALAI-AMLATINA