Las maniobras desestabilizadoras dirigidas por los EE.UU para cambiar diferentes gobiernos en el mundo desde 2002 se transforman poco a poco en inevitables catástrofes. Después de Georgia (ex república soviética) es en Haití en donde han tenido lugar las más violentas protestas populares contra el nuevo gobierno instalado por Washington, el Golpe de Estado del 2004 en Haití contó también con la complicidad del ministerio de relaciones Exteriores de Francia.
La propaganda decía liberar la isla de un «déspota traficante de drogas» llamado Jean Bertrand Aristide. El actual «gobierno» fantoche de Gérard Latortue a expulsado de la administración estatal a todos los responsables del partido Lavalas. El 17 de diciembre 2004, más de 10,000 ciudadanos haitianos han manifestado en las calles de la ciudad Cap-Haitien para reclamar el regreso del presidente hasta hoy día legalmente nombrado para ese cargo. Esta semana también, un informe publicado por el Center for the Study of Human Rights de la Universidad de Miami asevera que hay violaciones de los derechos humanos en la primera «República negra» cotidianamente. Para otros investigadores, la situación en Haití ha empeorado considerablemente desde el derrocamiento anticonstitucional del sacerdote Aristide.
Este informe afirma que las fuerzas del orden de este gobierno fantoche instalado por los EE.UU con ayuda de Francia ha llevado a cabo numerosos asesinatos en las fuerzas políticas de la oposición y una violencia constante y omnipresente en la isla. Explica además en detalle el gran apoyo que recibe el gobierno de Gérard Latortue de la Casa Blanca, durante el golpe de Estado en febrero 2004 y hasta hoy en día.