Como la privatización del Aeropuerto Jorge Chávez que cayó en las garras de Lima Airport Partners, LAP, que no ha invertido nada y que en cambio ya clavó un aval al Estado peruano por US$ 125 millones de dólares con bancos alemanes y norteamericanos, los regalones de Proinversión han decidido que es hora de concesionar otros 11 aeropuertos del interior del país. ¿Qué, es tan difícil aprender que no hay diferencia entre concesionar y regalar como el modelo LAP que es un fracaso total?

Hasta las líneas aéreas, luego de 3 años y medio de privatización, se han dado cuenta que es imperativo revisar el contrato de concesión entre el Estado y LAP porque hay serias deficiencias que amenazan postrar o inhabilitar el Jorge Chávez. Por ejemplo, ¿cuándo se va a empezar la segunda pista? La actual colapsa en el 2006. Sin embargo, la mañosa Addenda 4, negociada entre gallos y media noche, propone que se empiece su construcción el 2011, y mientras tanto ¿cerramos el Jorge Chávez?

LAP ha convertido el primer terminal aéreo peruano en una fortaleza en la que nadie puede entrar sin su consentimiento. Pocas semanas atrás, una turba de matones, capitaneada nada menos que por el propio gerente general de LAP, Jaime Daly Arbulú, agredió a puñetazos y patadas a los empleados de Cexport Exclusive, tienda con más de 15 años de funcionamiento y los arrinconaron debajo de una escalera. De nada han servido las publicaciones en diarios y televisión, LAP tiene poder y es la engreída del régimen actual. Por eso, no titubearon en engatusar al Perú en préstamos por los US$ 125 millones de dólares ya referidos.

Si la concesión del Jorge Chávez, iba a traer US$ 1500 millones de dólares, según lo que dijo entonces el dicharrachero Javier Silva Ruete, ¿cómo es que esta empresita se embarcó en préstamos por el orden de US$ 125 millones? La verdad es una sola: ¡nunca tuvieron dinero y su oferta fue sólo un engaño mayúsculo al pueblo peruano! ¿Por causa de qué están desesperados por cobrar a los pasajeros en tránsito y trabajan sólo con los ingresos corrientes? ¿Dónde está el aporte de capital que dicen haber puesto?

El modelo de privatización de que fue objeto el Jorge Chávez, fue malo y seguirá siendo malo. De las tres empresas originales contratantes con el Estado sólo sobreviven Fraport y Bechtel. Cosapi salió pero, como premio “consuelo” le dieron el pequeño trabajito de construir el espigón internacional que ha poco inauguró el presidente Toledo. ¿Qué buenos, no? ¡Y como si fuera algo especial, las mangas son presentadas como un dechado tecnológico cuando ya funcionan desde hace más de 35 años en otros aeropuertos! ¡En Cusco están hace 3 años y fueron llevadas allí para que se creyera que no había dinero en Lima!

Los regalones de Proinversión no tienen más cometido que concesionar a diestra y siniestra. Para eso les pagan, dicen. Que se sepa, no se puede pagar a traidores y felones que obsequian lo que no es suyo sino patrimonio del pueblo peruano. ¡Ya habrá que ajustarles las tuercas a estos personajes!

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!