Andrés Manuel López Obrador

El desvergonzado desafuero de Andrés Manuel López Obrador ya quedó inscrito en la historia de México bajo el título de «la canallada», gracias a los caricaturistas que coincidieron en pintar de negro sus espacios en la prensa y con la sola leyenda «No a la canallada».

Tal fue la respuesta de millones de mexicanos a la Sección Instructora de la Cámara de Diputados designada para dar la orden: «Mátenlo en caliente».

La sección la integraron el perredista Horacio Duarte, que votó contra el desafuero, el panista Alvaro Elías Loredo y los priistas Rebeca Godínez y Francisco Frías al que la vida y el país algún día le cobrarán muy caro su rajada. Por mayoría tal como fue ordenada por el capo Carlos Salinas, amo y señor de Roberto Madrazo, los priistas decidieron el desafuero o , como dice el jurista Juventino Castro y Castro, continuar con «la pifia constitucional» armada por guardaespaldas de Fox.

Roberto Madrazo también se rajó ya que antes manifestó su deseo de vencer a Amlo en las urnas como en Tabasco a principios del zedillato. Pero sin duda Salinas le recordó que sólo lo venció con 75 millones de dólares de dispendio electoral probado por cientos de cajas de documentos, en tiempos en que Clinton sólo gastó 50 mdd para la presidencia de USA.

Esteban Moctezuma, primer secretario de Gobernación de Zedillo estuvo a punto de hacer justicia, pero terminó por perder el puesto, después de que Hank Gonzalez, de acuerdo con Salinas, mantuvo a Tabasco y su Madrazo por sórdidas razones familiares.
Carlos Salinas hoy rearmó al partido bicéfalo, PRIAN, que creó para legitimarse en 1989 con su (hoy más que nunca) ridículo acólito Diego Fernández.

Siempre son «grandes causas patrióticas» las que inspiran al PRIAN: La legitimación del que perdió las elecciones de 1988. El Robaproa, un fraude de 100 mil millones de dólares contra cada mexicano, condenado a pagar por varias generaciones el rescate de los bancos que al final quedaron en manos de extranjeros.

Y ahora este histórico golpe de Estado , este fraude prelectoral que elimina al rival más fuerte y popular de la dupla PRI-PAN.

La canallada no sólo es contra un hombre, es contra toda una nación. No es un hecho abstracto y general de una sociedad . La canallada es la acción de hombres y mujeres ruines claramente detectables.

¿Quiénes son además de los citados? ¿O qué la eterna impunidad de que gozan los políticos mexicanos nos obligaría en tiempos de tanta libertad de expresión, don del hombrecito de Bucareli, a hablar en abstracto y global, sin decir nombres?

No. Los autores de la canallada han quedado también registrados por la historia. como los traidores que han matado hoy a la democracia, habiendo llegado al poder enmascarados en ella. Se trata de una magna injusticia cometida contra un hombre para impedirle llegar al poder que le prometían las encuestas de 4 años.

Pero se trata de lo mismo de siempre, de una decisión oligárquica para impedir que México sea un país en verdad democrático y justo. Se trata de frustrar el voto de millones de mexicanos anhelantes de justicia.

Por ello, los que deberíamos ampararnos pues ha sido conculcado nuestro derecho a hacer la revolución, el cambio, desde las urnas, somos nosotros, el 85 por ciento de los mexicanos que, según las encuestas nos oponemos al desafuero. Pero a la par se le cancela a millones de mexicanos la posibilidad de luchar por el cambio del sistema económico neoliberal que los ha arruinado.

Se les prohibe tener un país propio, un México de y para los mexicanos. Se les somete a lamer, como su presidente, las botas de un Bush. Se les prohibe detener la grotesca división de los mexicanos entre un puñado de hipermillonarios y una mayoría inmensa de jodidos. Tal es la justicia de Fox, «el presidente de la traición que no de la transición».

La canallada nació en el Poder Ejecutivo para que la pareja presidencial reinara doce años, para que la esposa del presidente cumpliera su ambición de sucederle en el trono (sigo apostando a que al envilecido Creel le van a pintar un violín), pero por encima de todo para evitar a cualquier costo que el país se transforme.

Por si hubiera alguna duda sobre quien inventó la canallada, la Cassandra de Los Pinos se encargó de disiparla al declarar que Amlo llegaría «nada más hasta marzo».

Entre los mexicanos contra el desafuero, muchos no son partidarios de López Obrador como los priistas justamente preocupados por el retroceso moral y táctico del PRI, Dulce María Sauri, Beatriz Paredes, Genaro Borrego, Roberto Campa, Roque Villanueva entre otros pues saben perfectamente que encabezan la lista de responsables de la canallada Vicente Fox, Marta Sahagún, Santiago Creel, Rafael Macedo de la Concha y, porque el que calla otorga, todos y cada uno de los miembros del gabinete, por lo que no es posible dudar ya de la masiva corrupción del gobierno de Fox. Pero el Ejecutivo no está solo en la canallada.

El Legislativo fue obligado por el PRI , ducho en esas lides , a prostituirse. La «Muñeca» Beltrones, presidente de la Cámara , con el tapete de Salinas llamado Emilio Chuayffet (me avergüenza hoy nuestra relativa amistad de hace unos años en el Edomex), sacaron para el servicio del PRIAN, para hacerle el trabajo sucio a Fox, sus más repulsivos ardides priistas.

Ya se los cobrará el electorado a esta adiposa pareja en el 2006, como preven algunos de sus correligionarios menos ciegos y menos canallas.

En cuanto al Poder Judicial, no existe más que para recibir órdenes y ser comprado por los canallas políticos y sus aliados los empresarios canallas que se han hecho los más ricos del mundo a base de explotación inicua de este país y de sus habitantes.

«La Canallada» ha causado repudio y escándalo en la gran prensa anglosajona , el británico Financial Times, el Washington Post, el New York Times, y en la prensa europea y sudamericana, que comprenden que México acaba de sufrir un Golpe de Estado, el peor, ya que perpetrado «en nombre de Ley».