Cuba rechazó hoy en Ginebra, por “espuria e injustificada” una resolución presentada en su contra en la Comisión de Derechos Humanos (CDH) y advirtió que en modo alguno cooperará con el mandato que se derive de ella.
En declaraciones en esta capital, el ministro de Exteriores Felipe Pérez Roque negó toda validez a ese documento y subrayó que su aprobación sólo fue posible por “las brutales presiones y los chantajes del gobierno norteamericano” sobre otros países, en especial los africanos.
Cuba no reconoce legitimidad a esta resolución, ni cooperará con el espurio mandato que establece, señaló en conferencia de prensa el canciller, quien también dijo que Estados Unidos carece de autoridad moral para actuar como juez y acusador en esta materia.
Pérez Roque llamó la atención de que entre los más de 35 estados de la región, Cuba es la única que es presentada en Ginebra como violadora de los derechos humanos, como si en Centro y Sudamérica, e incluso en Estados Unidos, no se violaran.
Se trata de una prueba más de la hipocresía, la doble moral y la intencionalidad política que inspiran a los promotores y copatrocinadores de la resolución, denunció.
El canciller cubano reiteró que el fin de esa resolución era justificar el bloqueo norteamericana contra la isla.
También calificó de “claudicante” y “servil” a la Unión Europea (UE) por su “papel vergonzoso” en la CDH al copatrocinar la resolución y “plegarse a la política agresiva del gobierno norteamericano contra nuestro país”.
Pérez Roque subrayó que la UE volvió a mostrar su incapacidad para articular una política propia e independiente hacia Cuba y que con su actuación en Ginebra pone “al borde del naufragio” recientes conversaciones para normalizar relaciones con la isla.
Ya es hora de que decida (la UE) si se peina o se hace los papelillos, dijo utilizando una expresión popular en Cuba para instar a tomar decisiones inequívocas.
En un breve análisis sobre la actitud de varios países en la CDH, y a solicitud de varios corresponsales, el canciller particularizó el caso de México, país que habría asegurado a Cuba, en conversaciones privadas, un voto de abstención.
El gobierno mexicano, opinó, ha optado una vez más por el camino de la confrontación, vuelve a traicionar los sentimientos solidarios y generosos de su pueblo hacia el de Cuba, y echa por la borda el reclamo de amplios sectores políticos y sociales de aquel país.
Más adelante expresó que el gobierno mexicano carece de autoridad moral para acusar a Cuba y que mejor haría en ocuparse de las violaciones de los derechos humanos en su propio territorio, incluidos los de miles de personas que cada año son asesinadas en la frontera con Estados Unidos.
Y digámoslo sin cortapisas: en Ginebra, el gobierno mexicano jugó la carta Cuba a cambio del apoyo de Estados Unidos para obtener la Secretaría General de la OEA (Organización de Estados Americanos), acusó Pérez Roque.
Como uno de los platos fuertes de la conferencia de prensa, anunció que Cuba presentó ante la CDH un proyecto de resolución, a votar la venidera semana, para que se investigue la situación de los prisioneros de Estados Unidos en la base naval de Guantánamo.
Advirtió que este año, a diferencia del pasado, Cuba no atenderá a los ruegos de la UE para que retire el documento y que hará caso omiso a cualquier otra maniobra obstaculizadora.
Ese texto no prejuzga, no condena, sino que pide una investigación por parte de los mecanismos temáticos de la CDH, por lo que confiamos en que nadie lo objete.
Por el contrario, acotó, cabría esperar que algunas delegaciones incorporen términos más radicales.
El canciller recordó que Cuba y el mundo aún están a la espera del emplazamiento hecho el pasado 11 de abril por el presidente Fidel Castro a Estados Unidos y la propia UE en relación con el terrorista Luis Posada Carriles.
Entre otros crímenes, ese individuo es uno de los autores del atentado con explosivos en pleno vuelo de un avión civil cubano en las cercanías de Barbados en 1976, a consecuencia de lo cual murieron 73 personas.
También intentó, junto a otros tres terroristas de origen cubano, asesinar al presidente Fidel Castro cuando éste asistía en noviembre de 2002 a la X Cumbre Iberoamericana en Panamá.
Detenido junto a sus cómplices, Posada Carriles fue sin embargo indultado por la ex presidenta panameña Mireya Moscoso y tras esfumarse por un tiempo, apareció en Estados Unidos, a cuyo gobierno ha solicitado asilo político.
Los mismos que pretenden sentar a Cuba en el banquillo de los acusados y se dicen lanceros de una cruzada antiterrorista, callan y protegen a un terrorista convicto y confeso, manifestó Pérez Roque.
Los familiares de las víctimas (de Posada Carriles) esperan por la respuesta y claman por justicia, concluyó.
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