Esta madrugada manifestantes llegaron a una cuadra del palacio de gobierno. En Cuenca y Riobamba se reproducen protestas nocturnas. RADIO LA LUNA continúa al aire. Pierden liderazgo partidos, diputados y organizaciones sociales. Llaman a constituir órganos de poder barrial...
El coronel Lucio Gutiérrez anuló ayer el estado de emergencia para Quito. El decreto presidencial por el cual Quito y su distrito metropolitano fueron declarados zona de «seguridad nacional», se impuso la censura de medios, la intervención de comunicaciones y correspondencia privada, la prohibición del libre tránsito, el uso de recursos públicos sin ley y la militarización. El presidente interpretó la ley mas no la situación creada, se creyó con poderes omnímodos y destituyó la Corte Suprema de Justicia designada por su partido y otros aliados.
La desobediencia civil fue evidente. Nadie acató las órdenes del superior. En plazas y calles las familias salieron con banderas del Ecuador. Los vehículos sonaron sus cláxones. «¡Lucio...Fuera!» y «¡Todos...Fuera!» grita la gente. En los barrios populares de Quito la protesta tomó cuerpo exitoso. A la convocante radio La Luna se le han adherido otras emisoras y agencias de información. Cantantes populares como Jaime Guevara, o bandas de rock, animan la rebeldía quiteña.
El voluntarismo rige todavía y «forajidos» y «forajidas», como los calificó Gutiérrez y gustan autodenominarse, no cejaron en la lucha. En medio del tumulto se discute el qué hacer y cómo hacer. Van surgiendo ideas de activar las asambleas o comunas barriales para designar delegados con mandato a una asamblea o cabildo general.
En la tarde la embajadora de los EEUU Kristie Kenney o KK como la conoce el pueblo, lanzó un boletín pidiendo a Gutiérrez que no afecte las garantías ciudadanas y al pueblo, que no se violente. La derecha política y las cámaras empresariales (como León Febres-Cordero, dueño de la anterior Corte Suprema y Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil) abandonaron su silencio y llamaron a una marcha dirigida por ellos en la principal ciudad portuaria.
Los dirigentes partidarios están anonadados y tratan, a través del Congreso, de recuperar el protagonismo. Los canales de televisión, en su gran mayoría de propiedad de la banca corrupta y receptores de millones de dólares de publicidad empresarial y gubernamental, silencian la rebelión quiteña. También, es notorio que las organizaciones de masas como la CONAIE y las Centrales sindicales, perdieron presencia en la protesta, debido a su fracasada movilización el pasado 16 en la mañana.
El presidente recibió la visita de mandos militares. La noticia de que el jefe del Ejército general Aguas, cuya ausencia fue notoria en la cadena nacional del presidente y el Alto mando militar, había sido reemplazado por otro más cercano al gutierrismo, fue desmentida por el propio Aguas.
Sin embargo fue notoria la ausencia de soldados en las calles. Después Gutiérrez se reunió luego con el presidente del Congreso y «acordaron» que la salida era reformar la ley de la función judicial y nombrar electores para la nueva corte, convocando a sesión extraordinaria. El cálculo es claro, los parlamentarios no deben opinar sobre la clara inconstitucionalidad del decreto de emergencia y el cese de la suprema. El país «debe acostumbrarse» a esta nueva «legitimidad» de los hechos consumados?
Hacia las 0 horas de este día, desde el sur y el norte, decenas de manifestantes nocturnos decidieron avanzar hacia el centro histórico de la ciudad, donde está el palacio de gobierno. Las fuerzas del orden retrocedieron hasta una cuadra de la casa de gobierno. Allí se apertrecharon y lanzaron miles de bombas lacrimógenas. La batalla campal duró hasta las tres de la mañana. Se habla de la existencia de decenas de detenidos.
Esta mañana se produjo el «golpe de estadio». Los asistentes a los juegos de fútbol en los dos estadios de la capital, cantaron el himno nacional y agitaron sus banderas mientras gritaban las consignas ya conocidas. Esta noche, por propuesta de Cuenca, se realizará «el escobazo». Cayambe anuncia «el chamizaso». Las formas de expresión surgen en un mar de creatividad.
Pero la cuestión que flota es sobre el destino de este movimiento. La ausencia de dirección podría provocar una pesca en río revuelto. Hay fuerzas interesadas en aquello.
Según analistas como el empresario progresista Luis Maldonado, en Ecuador se avecina una gran recesión. La dolarización hace agua. La banca necesita un último bocado. Existen 900 millones de dólares de excedente petrolero y 800 millones en el seguro social, que podrían ser apropiados mediante la privatización de esos recursos. Pero requieren también de un gobierno dócil que facilite la expedición de normas económicas que les permita revalorizar sus pasivos. Su dinero, hasta mientras, fuga a las arcas de sus colegas extranjeros.
Los EEUU presionan por más participación (con más bases y tropas) en el Plan Colombia, la inmunidad para un probable ingreso de sus tropas en territorio nacional, la firma de un tratado de «libre comercio» cuestionado desde ahora por los pocos sectores activos de la producción nacional y aplaudido fervientemente por la gutierrista libanesa-estadounidense-ecuatoriana Ivonne Baki, ministra de comercio exterior y la empresaria y hasta hace poco funcionaria gutierrista Joyce de Ginatta. Por lo tanto los EEUU necesitan también del gobierno dócil.
La ciudadanía lo sabe y lo dice: Existe acaso gobierno más dócil que uno al borde del precipicio, que pide a gritos una mano externa para sostenerse? De allí que la presión bancaria y la estadounidense se politiza y se evidencia con la participación silenciosa de la TV y la reciente y «oportuna visita» del General Myers, Jefe del Comando Conjunto de las FFAA norteamericanas.
No existe confianza con las autoridades. Aún entre los que no salen a las calles hay la firme convicción de que nada cambiará el derrocamiento del presidente, si es reemplazado por los «mismos de siempre». Por eso las voces del presidente de la cámara de comerciantes Blasco Peñaherrera o la del intelectual César Montúfar, vinculado a la USAID, tan ubicados por los medios televisivos como «líderes de opinión», han desaparecido entre el grito de las masas de forajidos y lunáticos.
Lo que pase será resuelto en los próximos días. Entre tanto esta lucha cívica se desarrolla en el territorio que le ha tocado: en una esquina del subcontinente, estratégicamente posicionado junto a las fuentes de agua, de petróleo y de biodiversidad genética, cuya propiedad definirá la soberanía, la gobernabilidad, la participación, el futuro...
Ecuador, al decir de su Agustín Cueva, está entre la ira y la esperanza.
¡¡¡QUE SE VAYAN TODOS!!!
¡¡¡QUEREMOS UN PAÍS SIN CORRUPTOS, SIN TLC, SIN PLAN COLOMBIA!!!
¡¡¡DIGNIDAD Y SOBERANÍA!!!
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