¿Cuánto vale la dignidad de un pueblo insultado con un vídeo difundido contumazmente por Lan en sus vuelos? Perú es un país con gente generosa, políticos pusilánimes y ministros sin pantalones y vendidos a las transnacionales. Que el pobre infeliz de Alfredo Ferrero prefiera desnudar sus preferencias e invoque a evitar el “ruido político” es la demostración más cabal de la clase de funcionario venal que es. ¡Y punto!

¿Perdón para LAN? Mi impresión es que hay que multarla con una sanción ejemplar y cuya honra tiene que ser en las próximas 24 horas. Si no puede hacerlo, entonces ¡que se larguen! Por ejemplo ¿qué tal 5 mil millones de dólares por el ultraje de que son fautores contra 26 millones de peruanos? Es cierto que tendremos Ferreros y otros forajidos berreando a favor de LAN pero ya sabemos de su catadura moral y quintacolumnismo militante.

En el texto que LAN publica en los medios se menciona que en esta firma trabajan 1750 peruanos. No se puede pedir a estos compatricios que dinamiten su propia empresa pero sí es un hecho que están amordazados o castrados por obvias razones. Pretender hacer creer a la opinión pública que no conocían del contenido del vídeo mamarrachiento es un insulto más.

Es una triste realidad que el país carece de pertrechos militares de qué servirse de apoyo en cualquier caso. No nos es ajeno que hay, además, conspiradores empeñados en destruir las fuerzas armadas so pretexto de obras en las que coimean con sus patotas para vivir bien del dinero mal habido. Pero ello no significa, en modo alguno, que un pueblo tenga que obliterar sus sagrados sentimientos de dignidad y capacidad de indignación.

Los de LAN sabían muy bien qué estaban haciendo dentro de un esquema simple de aprovechar la sempiterna paciencia y modorra de autoridades adormecidas o compradas por un puñado de dólares. Han actuado con alevosía, premeditación y propósitos ruines de orientar el turismo hacia otros lugares. No hay casualidades ni en la política ni en los negocios. Quienes defienden a LAN es porque están emparentados con empresas tributarias del diseño perverso de continuar destruyendo al Perú y porque están pagados con ese fin.

De repente a los de LAN se les antoja que 5 mil millones de dólares es mucho dinero. Entonces, seamos generosos, que sean 4 mil. ¡Pero que paguen y aprendan a no ser tan groseros en tierra ajena que les permite su lucrativo negocio! ¿Pasaría lo mismo en Chile sin que en 24 horas ya hubieran cerrado a la empresa autora del desmán? ¡Por menos destruyeron Aerocontinente sin que los Ferreros, los Niño Diegos y demás miserables, protestaran o dijeran algo!

No hay poder dinerario suficiente para comprar o mitigar la capacidad de indignación de un pueblo. Lo hecho por LAN asquea y no hay perdón que valga, por tanto, que paguen una multa ejemplar. ¡Aprendamos a ser protestantes y enseñemos a quienes quieran oír que aún hay honor y amor para con nuestra patria y sus hombres y mujeres!

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!