Emir Jeque Hamad Bin Khalifa Al-Thani, de Qatar, Hugo Chávez y el Primer-ministro libanés, Nagib Mikati

En un discurso ante los representantes de 22 naciones árabes y 11 sudamericanos, dijo que no hay democracia porque ya sufren 60 años de imposiciones, para tomar como referencia el fin de la II Guerra Mundial.

Chávez recordó la Cumbre Afroasiática de Bandung, de la que nacieron el Movimiento de Países No Alineados y el Grupo de los 77, y a figuras cimeras de esa lucha, como Josip Broz Tito, Jawaharlal Nehru, Gamal Abdel Nasser, Ho Chi Minh y Julius Nyerere.

Dijo que todos los análisis y propuestas de la Comisión del Sur presidida por este último fueron borradas por el neoliberalismo capitalista.

Llamó a revisar ese camino, truncado cuando cayó la Unión Soviética y el imperialismo norteamericano comenzó a empujarnos por la fuerza de las armas, a imponernos su camino, que no tiene por qué ser el nuestro.

Chávez consideró que esta primera reunión entre sudamericanos y árabes es extraordinariamente positiva para iniciar el acercamiento, para comenzar a descifras códigos, y remarcó que aunque hay un potencial enorme en esos vínculos, no se pueden pedir imposibles a este encuentro.

El mandatario venezolano comparó el acercamiento entre estas dos regiones, “que hemos compartido como víctimas de los imperios”, con el primer noviazgo, en que las partes deben empezar a conocerse.

Recomendó no pensar sólo en cuánto te voy a vender y cuánto me vas a comprar, que dijo no es un buen comienzo.

Añadió que debe tocarse el tema de las guerras preventivas, reiteró que Venezuela está amenazada por Estados Unidos y dijo que su país se parece a Arabia Saudita en que tienen las mayores reservas de petróleo del mundo, “y eso despierta la voracidad imperialista”.

Chávez estimó que debe elaborarse una agenda, que pudiera incluir la colaboración entre el proyectado banco de fomento de Sudamérica, para crear uno árabe-sudamericano, o entre la televisora Al Jazzera y la TV del Sur que promueve entre varios países de esta región.

Citó a modo de ejemplo cómo en esta parte del mundo se enseñó en las escuelas que las Cruzadas fueron una maravilla, al igual que se dijo de la conquista de América, y resaltó que aquellas guerras fueron en realidad un genocidio contra los árabes.

Expresó su coincidencia con el canciller brasileño, Celso Amorim, en que está naciendo una nueva geopolítica mundial, pero recomendó cuidarla y abonarla.

Refiriéndose a la necesidad de aglutinar a los países del Sur, indicó que unos prefieren llamarlos países en desarrollo, y otros, subdesarrollados, pero agregó que él prefiere la definición del escritor uruguayo Eduardo Galeano, que los llama países arrollados.