Ahora es la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) la que se moviliza en las calles de Quito, exigiendo al gobierno de Alfredo Palacio que cumpla con sus ofrecimientos de atención prioritaria al sector educativo y de la salud.
Desde hoy se realiza el Cuadragésimo Primer Congreso Nacional de la FEUE, que tiene como propósito analizar la situación política actual y elegir a la nueva dirigencia estudiantil. Esta movilización se suma a la de los maestros y a la de otros sectores y provincias como Esmeraldas, que exigen a Palacio cumplir y no someterse a las presiones de los Estados Unidos y de la oligarquía ecuatoriana.
La capital del Ecuador, Quito, nuevamente vive momentos de intensa movilización. Hoy, cientos de estudiantes delegados de universidades públicas de todas las provincias del país, marcharon por las calles de la capital en dirección al Palacio de Gobierno, con el fin de entregarle al presidente de la República, Alfredo Palacio, una serie de exigencias que tienen que ver con el sector, principalmente la entrega de presupuesto a las universidades, que ha sido cortado o que ha sufrido serios retrasos en el gobierno anterior, así como expresar su rechazo a que continúen las negociaciones para el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y la exigencia de que se termine con el convenio internacional que permite la presencia de marines norteamericanos en la Base aérea de Manta.
Esta movilización se da en el marco de la realización del Cuadragésimo Primer Congreso Nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), que elegirá a los nuevos dirigentes nacionales de este gremio.
En un ambiente de alegría y radicalidad, los estudiantes discuten entre sus principales temas, la crisis política por la que atraviesa el país en los últimos meses y que tuvo su punto más alto en la caída del gobierno de Lucio Gutiérrez.
Si bien hay que reconocer que los sectores medios y altos de la juventud y de universidades privadas que educa a jóvenes de esos estratos fue importante en este nuevo suceso histórico, los estudiantes de la FEUE ratifican que su presencia fue fundamental, no solo en los últimos días y horas que precedieron a la caída de Gutiérrez, sino durante todo ese régimen, desde el momento en que traicionó a los sectores populares y se convirtió en el mejor aliado de los Estados Unidos y de la oligarquía local.
Así lo sostuvo por ejemplo la presidenta de la Asociación Femenina Universitaria (AFU) de la Universidad Técnica de Cotopaxi, Marina Guerrero: “La serie de movilizaciones que se dieron en Quito tuvieron siempre un trasfondo político, nunca fueron eminentemente espontáneas como quieren hacerlas aparecer los medios de comunicación. La Izquierda Democrática (partido de la oligarquía de la Sierra) jugó un papel fundamental para darle contenidos a esa movilización, utilizando medios de comunicación que les pertenece o en los que influye. Por ello lograron difundir conceptos socialdemócratas, atacaron a la juventud revolucionaria de este país, que se agrupa en organizaciones con historia de lucha como la Juventud Revolucionaria del Ecuador (JRE), la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE) y la FEUE, tratando de criminalizar su acción”.
Ayer fue la Unión Nacional de Educadores (UNE) la que entregó a Palacio, en medio de una movilización de delegados de todas las provincias, una “Propuesta de educación con participación social”, construida por padres de familia, estudiantes y comunidad, y entre cuyos puntos principales destacan que los fondos obtenidos por el petróleo y depositados en el FEIREP sirvan para invertir en educación, en alrededor de unos 50 millones de dólares anuales, para atender al 45% de escuelas y colegios que se encuentran en estado de destrucción. Con este monto destinado, en dos años se avanzaría con el 60% de la rehabilitación total de establecimientos. También plantean que por cada 500 alumnos exista un médico escolar, que se establezca un incentivo al programa social de vivienda del magisterio ecuatoriano; en definitiva, una propuesta que pretende resolver los acusiantes problemas de la educación ecuatoriana, para declararla política de Estado y área de inversión prioritaria.
Aunque en este día se anuncia también una movilización de los denominados “forajidos”, principalmente en contra del Congreso Nacional, exigiendo su renuncia, basados en los escándalos que los legisladores están acostumbrados a protagonizar, en el resto del país diversos sectores sociales y populares focalizan sus exigencias al gobierno de Palacio en función de atención a sus necesidades específicas. Esmeraldas, por ejemplo, provincia costanera, rica en recursos naturales como el petróleo, la pesca y la madera, anuncia una movilización provincial para este 19 de mayo, como respuesta a la desatención que el gobierno de Palacio ha tenido con sus autoridades, y no descartan el planteamiento de un paro provincial.
En Guayaquil, varias cooperativas de taxis y buses de transporte público mantienen cerradas importantes vías con la exigencia de que sea removido de su cargo el actual Director de la Comisión de Tránsito del Guayas, cuyo origen político es el Partido Social Cristiano, hoy aliado del gobierno de Palacio.
En el futuro inmediato se avizora mayor conflicto político, porque el gobierno está sometido a presiones desde los sectores populares y desde la misma embajada de los Estados Unidos y los grupos de poder del país. Lo que prima en el ambiente político es que la revuelta que tumbó al ex presidente Gutiérrez aún no ha concluido, y que solo una transformación profunda en beneficio de los sectores populares traerá paz al Ecuador.
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