En 1886, después de la decisión de la sociedad ferroviaria de dejar de contratar obreros inmigrantes polacos, considerados demasiado reivindicativos, el diario Milwaukee Daily Sentinel desencadena una violente campaña antipolaca en esa ciudad cuya población se compone mayoritariamente de inmigrantes alemanes. Los «polaks», que habían comenzado a llegar en 1870, realizan tradicionalmente los trabajos más duros y menos remunerados, pero empiezan a subir en la escala social, sobre todo en oficios como la carpintería y la plomería debido a lo poco que cobran. Cometen además la osadía de exigir la jornada de 8 horas y de constituir la mayoría de las fuerzas del movimiento sindical. Eso es ya demasiado para la población alemana de Milwaukee que organiza entonces varios pogromos y saquea los establecimientos de los «plomeros polacos»...