Según George W. Bush, la captura de Abu Faraj al-Libbi, a quien describió como un «general de alto rango», o un «importante coordinador y planificador en jefe de la red Al-Qaeda», anunciada por los servicios pakistaníes constituye «una victoria esencial en la guerra contra el terrorismo».
Sin embargo, habíamos demostrado ya en estas páginas la incoherencia total entre las acciones de las autoridades pakistaníes, más preocupadas por reprimir a quienes se oponen al régimen de Musharraf que por la captura de Ben Laden, y las de los servicios estadounidenses. Todo ello muestra a las claras la manera en que los gobiernos al servicio de Washington manipulan la guerra contra el terrorismo. Ahora es Washington el que manipula la represión en Pakistán para tratar de convencer a los escépticos de la «guerra contra el terrorismo».