Rafael Ramírez

El ministro venezolano de Energía y Petróleo (MEP), Rafael Ramírez, aseguró que las transnacionales pretendieron apropiarse de los recursos petroleros de su país.

El titular del MEP señaló que en la nación sudamericana se desplegó una estrategia que buscaba poner la empresa nacional en beneficio de capitales trasnacionales, “nos tenían como rehenes”, subrayó.

Ramírez intervino durante el acto de instauración aquí este miércoles del I Foro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores Energéticos, que se extenderá hasta el domingo 22, con la asistencia de representantes de 15 países.

Destacó que el tema de la energía es de vital importancia para los pueblos y a su juicio, es la confrontación de un sistema nuevo, el socialismo, contra el capitalismo al que calificó de obtuso y decadente.

Reiteró que Venezuela es el epicentro de la lucha entre un sistema basado en el socialismo para alcanzar el equilibrio social y uno capitalista que impide el desarrollo de las naciones.

Ramírez, presidente también de la estatal PDVSA, recordó que en Venezuela se despliega una campaña orquestada por quienes quieren perjudicar a la empresa y convertirla en un rehén de las empresas transnacionales.

Explicó que en la década de los años 1990 se realizaron negocios en el área de hidrocarburos, que redujeron a su mínima expresión las regalías (impuesto sobre la producción).

“La eliminación de las regalías, el impago de los impuestos sobre la renta y violar las leyes, eran los factores usados para expropiarnos y privatizar la industria del crudo”, señaló.

Subrayó que la llegada a la presidencia de la República en 1999 de Hugo Chávez, frenó esa situación y surgió a partir de esa fecha la confrontación.

El titular del MEP sostuvo que durante el golpe de Estado de abril 2002 la directiva de PDVSA estuvo al frente de la asonada y posteriormente el paro petrolero fue la segunda arremetida para atentar contra las leyes.

Comentó que la producción de combustible fósil se redujo, de 3.200.000 barriles diarios a finales de 2002, a 25.000 barriles en enero de 2003, y se reportaron pérdidas por 14.000 millones de dólares.

“Pero se equivocaron, nuestro presidente llamó a defender las instalaciones y los trabajadores del sector, junto al pueblo y las Fuerzas Armadas ganaron la batalla y se preservó la soberanía”, significó.

Los organizadores del foro aseveraron que el encuentro obedece a una iniciativa de movimientos sociales y sindicales del continente, que busca promover e impulsar la construcción de un movimiento integracionista y antineoliberal.