Después de 18 días de huelga en demanda de un salario mínimo, de la reducción de la edad mínima para la jubilación y de la abrogación de las leyes antihuelgas de 1963, obreros de un taller de Nantes deciden, ante el estancamiento de las negociaciones, proceder a ocupar su fábrica. Al día siguiente, también lo hacen los trabajadores de Sud-Aviation y luego los obreros de las fábricas de la empresa automovilística Renault. A partir del 17 de mayo, las huelgas y ocupaciones de fábricas se extienden por toda Francia. Lo mismo hacen los trabajadores ferroviarios, el personal de los correos y trabajadores del sector público. Al concluir la huelga, en el mes de junio, nueve millones de trabajadores se habían sumado a ella y 178 fábricas y talleres habían sido ocupados.