P/ Es sorprendente que alguien que luchó en la guerra de Corea escriba en la actualidad libros tan críticos sobre la política exterior norteamericana como Blowback. Suele pensarse que cuando la gente se hace mayor se vuelve más conservadora, pero en su caso ha sido lo opuesto. ¿podría explicarnos ese proceso?

R/ Los dos hechos principales que influyeron en la crítica de mi posición como "guerreo frío" fueron el final de la guerra fría en 1991 y mi visita a Okinawa en 1996. Respecto al primer punto, quedé consternado al contemplar como, en lugar de buscar un beneficio pacífico tras el colapso de la URSS, y clausurar muchas de nuestras bases en todo el mundo, Estados Unidos hacía todo lo que estaba en su poder para hallar un enemigo que la reemplazara. Esto venía a significar que la guerra fría sirvió como tapadera de un proyecto imperialista norteamericano más básico y empecé a investigar la cuestión.

Okinawa era importante por que esta pequeña isla tiene 38 bases militares norteamericanas. Hay allí una tensión constante y choques entre la población civil local y las tropas de los EE.UU., que cometen una media de 2 crímenes sexuales violentos al mes.

Como dijo una vez John Maynard Keynes, cuando se le preguntó si había cambiado o no sus opiniones: "Cuando tengo nueva información, cambio de opinión. Qué hace usted cuando tiene nueva Información?". Creo que he conseguido nueva información. Por eso he cambiado mis antiguas opiniones.

P/ Cuál fue el hecho que provocó su "caída de Damasco" en relación con el imperialismo norteamericano?

R/ Cuando visité Okinawa en 1996 pensé que aquél era un lugar único. Pero tras realizar una investigación descubrí el imperio de bases militares de Estados Unidos (unos 700 enclaves militares en 132 países de todo el mundo) y empecé a ver esta isla como ejemplo de un nuevo tipo de imperialismo: un imperialismo de bases militares en lugar de colonias.

Pongamos como ejemplo Italia. Según el Worldwide report del Departamento de Defensa -marzo 31 de 2003-, EE.UU. tiene esta cionados allí un total de 13.238 miembros uniformados de sus fuerzas armadas (...)

De estos la Marina tenía el mayor número de personal uniformado, 5.370, seguido del ejército del aire con 4.660 y el de tierra con 3.143. Hay en Italia un total de 55 instalaciones militares: 14 bases aéreas, 12 bases terrestres y 4 navales. Las otras 25 no se identifican por que tienen un "valor de sustitución de planta" menor de 10 millones de dólares cada uno o una extensión menor de 10 acres (...)

Todas esas bases han estado en manos norteamericanas desde el final de la Segunda Guerra Mundial. EE. UU. Mantendrá sus bases mientras el gobierno y el pueblo italiano sean dóciles seguidores de la política exterior norteamericana. Pero si Italia aspira a una política exterior más independiente, como Alemania y Corea del Sur hicieron en 2002 y 2003, EE.UU. se desquitará trasladando sus bases a otro lugar que puedan controlar mejor.

Las bases americanas causan frecuentemente desastres en las localidades vecinas. En febrero de 1998, un avión militar norteamericano de Aviano, que volaba demasiado rápido y demasiado bajo, como fue reconocido, cortó el cable de un teleférico, cerca de la estación de esquí de Cavalese, causando la muerte de 20 personas. Los pilotos responsables de esta tragedia fueron juzgados no en Italia sino en una base militar de Carolina del Norte, al volver a EE.UU., donde quedaron exculpados ya que las muertes fueron causadas por un "accidente de entrenamiento".

P/ Algunos países europeos investigan el secuestro de ciudadanos de origen árabe efectuados probablemente por la CIA. ¿Encaja esto con la historia de la Agencia?

R/ Sí. Hasta hoy, tras el 11-S y las falsas advertencias sobre una amenaza procedente de Iraq, la CIA continúa pervirtiendo groseramente cualquier intento de política exterior constitucional. Creo que la CIA a sobrepasado cualquier justificación que alguna vez pudo tener durante la guerra fría. Debería ser simplemente eliminada. Es un ejército secreto, totalmente a disposición del Presidente. Sus actividades minan la separación de poderes entre la ramas ejecutiva, legislativa y judicial del Estado que está en la base de la democracia norteamericana. Al mismo tiempo, debe entenderse que cuando la CIA secuestra a una persona en la calle de una ciudad europea y la traslada a Egipto para ser torturada, esto lo realiza por orden explicita del Presidente.

P/ En su libro usted señala que la economía de los EE.UU., con su enorme presupuesto militar, recuerda a la URSS de la última época, ¿cree que también es posible un colapso de EE.UU.?

R/ En 2004 los EE.UU. importó la cantidad récord de 617.700 millones de dólares más de lo que exportó, un aumento del 24,4 por ciento sobre el 2003. El déficit anual con China era de 162 mil millones de dólares, el mayor desequilibrio comercial que jamás ha tenido EE.UU. con ningún país. Igualmente importante, en marzo de 2005 su deuda pública era superior a 7.700 billones de dólares y seguía creciendo, lo que la convierte sobradamente en la nación más endeudada del mundo. Al no querer pagar mediante impuestos a sus ciudadanos por sus derrochadores modelos de consumo y gastos militares, EE.UU. financia esos gastos endeudándose con Japón, China, Taiwán, Corea del Sur, Hong Kong e India.

La situación ha llegado a ser crecientemente inestable, ya que EE.UU. necesita importaciones de capital de al menos 2000 millones de dólares al día. Una decisión de los bancos asiáticos de trasladar una parte importante de sus reservas de moneda extranjera del dólar al euro y otra monedas con el fin de autoprotegerse de la depreciación del dólar producirá probablemente un hundimiento de la economía norteamericana. El 21 de enero de 2005, el banco central surcoreano, que tiene unos 200 mil millones de dólares en sus reservas, anunció sin alharacas que trataba de "diversificar las monedas en las que invierte". El dólar cayó en picada y la bolsa norteamericana registró su caída más importante en un solo día de los últimos dos años. Este pequeño incidente es la prueba del filo de la navaja sobre el que EE.UU. está instalado.

*Director del Japan policy research institute californiano y uno de los mayores expertos en Extremo Oriente.