Precisamente esta acción permitió detallar al conjunto del movimiento social que sí era posible adelantar acciones de mayor envergadura, con gran contenido plebicitario y simbólico, a través de las cuales se dejará claro ante la opinión pública que la mayoría de los colombianos rechaza el TLC que demandan los EE.UU. por crear las condiciones para la total postración de la economía nacional y por arriar con la precaria soberanía que le queda al país.

Es dentro de esta lógica que la campaña contra el TLC llega a la fase de consultas nacionales. Se están organizando la de los estudiantes universitarios, los trabajadores sindicalizados y las acciones comunales. Se demanda al mismo tiempo, que el gobierno nacional consulte de manera oficial la opinión de los gobernados. Se espera, así mismo, que los gobiernos progresistas (Valle del Cauca y Bogotá) tomen la iniciativa disponiendo todos los recursos necesarios para promover consultas en sus territorios.

La Junta Consultiva Nacional de la Confederación Nacional de Acción Comunal, en cumplimiento de las conclusiones del Décimo Noveno Congreso Nacional Comunal realizado durante los días 3-5 de diciembre de 2004, convoca a Consulta nacional sobre el TLC, actividad que se realizará en todo el territorio nacional durante el domingo 17 de julio de 2005.

Objetivo: generar un espacio amplio para que los colombianos expresen su opinión sobre una decisión de tanta trascendencia para el futuro del país como es el TLC.

Metodología: se convocará el 17 de julio a partir de las 8 a.m. asambleas de residentes a las personas que vivan en el respectivo radio de acción de cada junta, mayores de catorce años, afiliados o no a la junta, para que den su opinión sobre el TLC en un tarjetón, de acuerdo a una de las siguientes opciones:

Sí lo aprueba; No lo aprueba

No sabe; En blanco

Departamental o localmente podrán introducir otras preguntas de interés general.

El proceso de votación debe estar precedido de foros, debates y lectura sobre el TLC. En cada junta o lugar de votación se llevará un registro de votantes en el que por lo menos se consigne el número de orden, el nombre, documento de identidad y dirección, registro que junto con los votos permanecerán en los archivos de cada junta para eventuales verificaciones nacionales o internacionales.