En un mundo lleno de derechos, sus habitantes sobrelleva los efectos del poder. Que existan normas y convenios que obligan a los firmantes es un avance respecto a otras épocas-, pero no es suficiente (unos dicen y otros deciden). La prueba la tenemos a la mano: a pesar del deseo y la voluntad, quienes hacen comunicación por fuera de la tutela del establecimiento se ven ahogados por falta de recursos económicos, aislados de las fuentes oficiales e instigados cuando ventilan informaciones que no satisfacen a los gobiernos de turno (ver recuadro).

Pero no sólo se enfrenta esta realidad. Como lo demuestra la denuncia de Alia (ver nota), el poder económico y la concentración de infraestructura que impulsa y propicia, coloca limites reales a la libertad de información y el libre ejercicio de la comunicación. ¿Quién limita al poder económico?

Sometidos al poder del que tiene más, los derechos quedan trasformados en simples referentes por conquistar. En cada instante, en cada sociedad, es el ejercicio de la resistencia el que permite que se cumplan estos derechos. No hay otra posibilidad. En esa tensión entre la norma y la realidad, deviene la sociedad. Por eso el mayor reto de estas es dirigir su propio destino, ser poder y ser gobierno.

En Colombia, en esta perspectiva, en el esfuerzo por servir a la comunidad otra información, son muchas las tareas por afrontar: constituir redes de comunicación que laboren desde objetivos comunes y el intercambio de capacidades y posibilidades; hacer una agencia de prensa que facilite la articulación entre lo local y lo nacional, pero que además abra ventanas a lo comunitario; trenzar las radios comunitarias existentes en un gran tejido que rompa la tendencia a la repetición de formatos comerciales, disponiendo sus canales a las necesidades comunitarias; aunar esfuerzos para el surgimiento de un diario de cubrimiento nacional; hacer escuela de imagen y video, estimulando canales de circulación no comerciales que construyan otra estética y otra información, etcétera.

Ante todos estos retos y otros más nos enfrentamos. Existir ya es un logró. Relacionarnos y potenciarnos conjuntamente es lo que nos permitirá romper el poder que nos aísla.

Monopolios de comunicación

Vs.

medios alternativos

Las presiones recibidas por parte de grandes las empresas de la comunicación, hacen que adaptemos nuestros envíos a otras condiciones. Esta es una batalla desigual entre los grandes medios masivos de comunicación monopólicos y los medios de comunicación alternativos. Es sabido que, en general, éstos últimos no cuentan con recursos económicos y están siendo presionados por los cambios unilaterales en los convenios que deciden hacer los prestadores.

Ejemplo claro de esto es Telefónica de España, quien, con distintas subsidiarias en toda Latino América, y asociada con los medios masivos de la información, controla los servicios de comunicación de Latinoamérica, reforzando hoy dicho poder a través de su nueva empresa MOVISTAR.

Y este poder no tardó en manifestarse en hechos concretos: partir del 12 de abril de 2005 esta empresa pasa por encima de las leyes de nuestros países, cambia la letra de los contratos de Servicios de Internet y correos electrónicos y determina el número de e-mails diarios por usuario. Ya no es necesario que dichos usuarios, o la Justicia si fuese necesario determine cual es el uso correcto de la correspondencia (así se define un e-mail) ya que un pequeño núcleo de empresas multinacionales, dueños de «Backbone» o el «caño de transmisión de Internet» en la jerga popular, decide por todos.

Agencia Latina de Información Alternativa (Alia), mayo 2

Con motivo de la visita a Colombia del Relator de Libertad de Expresión de la CIDH (abril 25-28), representantes de diversos proyectos y medios de comunicación alternativa se dieron cita. De su intercambio emanó un documento que entregaron al mismo, en el cual se relatan violaciones a la libertad de prensa, tales como:

* El 7 de abril de 2003 fue asesinado en el municipio de Barrancabermeja José Emeterio Rivas, director del programa radial "Las fuerzas vivas" de la emisora comunitaria Calor estéreo, quien tenía medidas cautelares de protección por las amenazas recibidas. El único implicado en el hecho fue Julio César Ardila Alcalde de la ciudad, quien fue absuelto.

* Pablo Emilio Parra y Carlos Restrepo en los municipios de Planadas y Ataco, hacen parte de la larga lista de comunicadores comunitarios y alternativos asesinados por su labor periodística e informativa.

* Las Redes de Radios Comunitarias e Indígenas son objeto de persecución y hostigamiento por parte de los grupos armados.

* Luis Alberto Castaño, director del informativo periodístico de la emisora comunitaria Café 93.5 estéreo, del municipio del Libano, denunció que el 26 de agosto de 2004 logró salvar su vida de un atentado por parte de los grupos paramilitares, por dar cuenta de una serie de asesinatos selectivos en su municipalidad.

* Gilberto Martínez Prado, periodista presidente de la Asociación Gremial Anpress y director del noticiero de Colmundo radio, el 26 de abril de 2005 recibió amenazas al parecer por denunciar malos manejos financieros que comprometen a la clase política de la región.

* El periódico virtual Actualidad étnica, ha recibido tres amenazas por correo electrónico sin procedencia determinada.

* El semanario Voz, medio de comunicación del Partido Comunista Colombiano, en los últimos tres años ha visto restringida su circulación en bastas zonas del territorio nacional por presión de los grupos paramilitares y algunas entidades estatales y militares.