En diciembre de 1994 comenzó a circular por Internet el San José Mercury News, el primer periódico electrónico. De ahí en adelante, la masificación de este nuevo formato de información y la utilización de la Red de los medios tradicionales como un nuevo canal multimedia donde es posible juntar radio, prensa, televisión y, sobre todo, interactuar con el público, cambiarían para siempre las maneras de informarse.

Asimismo, el fácil acceso, la posibilidad de crear medios de comunicación propios, el menor alcance de la censura y la rapidez con que se pueden generar y difundir contenidos, pusieron en boga conceptos como la democratización de las comunicaciones y mayores posibilidades de participación ciudadana en el poder de la información.

"Comunidades y redes territoriales están descubriendo que al armar un portal o algo en Internet hacen sus propios centros de información. Están comenzando a cumplir una labor de periodistas sin serlo porque se dan cuenta que hay un espacio y una oportunidad para hablar sobre temas que los medios tradicionales no hablan. Es por eso que vemos cada vez más portales que trabajan con temas de ciudadanía, de ecología, mujeres, niños. Ahí hay algo que está indicando que Internet es una tecnología que cumple esta horizontalidad, este espacio más democrático", señala Patricia Peña, periodista de la consultora en tecnologías para la participación, educación y las artes, Se Innova.

La oportunidad de crear nuevos espacios de participación en Internet ha llevado a los medios tradicionales a crear canales electrónicos donde, además de mostrar sus contenidos habituales, otorgan un lugar especial a las voz de las personas por medios de foros, columnas de opinión o espacios para difundir sus informaciones.

En el caso de los medios que sólo circulan en forma virtual, como El Mostrador, el abrir espacios de participación para sus lectores les ha significado, en muchos casos, salirse del esquema formal al momento de decidir los temas a tratar. "Hay una retroalimentación que es mucho mayor en el medio electrónico. Nosotros tenemos desde las clásicas cartas al director que tienen una fluidez similar o mucho mayor a los medios de papel, pero tenemos también montones de comunicación diaria de lectores que nos llaman para estar de acuerdo o para señalar un error, o bien, para sugerirnos temas. Mucha de nuestra pauta periodística surge a través de proposiciones de los propios lectores, además, hay otro espacio de gran participación ciudadana que es el de las columnas de opinión, que las aumentamos tres diarias dado el interés y el flujo de colaboraciones que están llegando permanentemente", cuenta el editor de ese diario, Carlos Monge.

Pero en la era de las comunicaciones, la injerencia de la ciudadanía en la circulación de las informaciones no se limita a participar de los medios. Hay muchos que optaron por crear sus propios canales de comunicación. Los más populares del último tiempo son los llamados weblog, una especie de bitácoras o diarios de vida donde cada persona puede subir sus propios contenidos y recibir comentarios de sus visitantes, sin necesidad de tener conocimientos previos de programación.

Es tanta la fama que han alcanzado estos sitios personales que, incluso, los propios medios los utilizan para cotejar su información que estas fuentes extraoficiales, un fenómeno que tuvo su auge durante la guerra en Irak donde, en medio de las campañas de desinformación propias de los conflictos bélicos, personas que se encontraban en el lugar de los hechos entregan su visión de lo que realmente pasaba en el frente de batalla y desde donde los grupos insurgentes hicieron públicas las horrorosa imágenes de las ejecuciones de sus secuestrados.

El fenómeno Ohmynews

Un caso emblemático a nivel mundial de esta nueva forma de participación ciudadana es el diario digital surcoreano OhMyNews, un medio elaborado por sus propios lectores gracias a los artículos que envían y considerado como el máximo exponente del periodismo participativo. El éxito de este sitio no tiene comparación a nivel mundial ya que reciben más de un millón de visitas diarias y han logrado posicionarse como un gran referente para la opinión pública, además por cierto, de cambiar la manera de hacer periodismo.

"OhMyNews partió el 2000 con una inversión de 700 mil dólares y hoy tiene inversión por publicidad semestral de 500 mil dólares. Tienen 2500 corresponsales en Corea y 250 en el mundo, de los cuales cinco son de América y una es chilena, María Pastora Sandoval", cuenta Arturo Catalán, presidente de la Asociación de Periodistas Digitales de América Latina, quien asegura que el éxito de este medio radica en "atreverse a darle la palabra a la gente, es tan sencillo como eso".

A la redacción del diario llegan diariamente entre 150 y 200 textos que conforman el 70% de los contenidos. Los editores se encargan de corregir y cotejar los datos y escribir sobre temas más especializados. Cualquier persona en el mundo puede ser corresponsal de OhMyNews, basta con escribir bien en inglés e ingresar los datos personales, a cambio, reciben un pago de entre tres y veinte dólares por artículo y capacitaciones gratuitas.

Conectividad Nacional

Aunque en Chile también existen grandes ejemplos de medios electrónicos que han logrado sustentarse y permanecer en el tiempo, incluso, tener un alto grado de influencia en la opinión pública, no se ha llegado a los niveles de desarrollo de este tipo de medios como en otros lugares del mundo. No existe un registro exacto de cuántos de ellos están en la Red y sólo desde septiembre de 2001 existe la Asociación de Medios de Internet (AMI), una iniciativa privada que reúne a un selecto grupo de sitios que cuentan con publicidad y que, por medio de una cuota mensual de sus socios, presta el servicio de certificar públicamente la cantidad de visitas que tienen y los regula. Incluso, existen estudios que señalan que los periodistas chilenos ocupan el antepenúltimo lugar de Latinoamérica en el uso de nuevas tecnologías.

"En ese sentido, seguimos siendo un poco tercermundistas (...) En Perú está muy desarrollado el concepto de las casetas públicas y nosotros recién estamos empezando a masificar el tema de los infocentros hace un par de años y ellos llevan más de una década al respecto. También en Argentina, donde la conectividad rural hacia el interior también es más desarrollada que en nuestro país", señala Arturo Catalán.

Sin embargo, son cada vez más las organizaciones de la sociedad civil que utilizan Internet como un medio de comunicación y las iniciativas de gobierno para acortar la brecha digital entre los jóvenes. Asimismo, son muchos los periodistas jóvenes que ven en este canal de información una alternativa para desarrollar un periodismo más libre y autónomo.

Un claro ejemplo de los avances en esta materia en nuestro país lo representa un reciente fallo de la Justicia, respaldado por la Contraloría, que permite a los medios electrónicos publicar el avisaje legal y, en este sentido, competir de igual a igual con las empresas periodísticas que antes concentraban exclusivamente estos ingresos.

Adital
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