“¿No es delito envenenar a un pueblo y cobrar vidas empezando por intoxicar y matar y terminar en abortos, dolor de riñones, cefaleas, hemorragias, dolores articulares y otros en Choropampa?” se pregunta indignado Lot Saavedra Carrasco, ex alcalde de ese distrito cajamarquino lugar en que Minera Yanacocha derramó mercurio hace cinco años. Un lustro de oprobio, de mancha contra el medio ambiente, de encubrimiento de autoridades inmorales, de la traición de periodistas vendidos a la mina para tapar y disimular su crimen contra un pueblo indefenso.

Los publirreportajes en revistas locales de Cajamarca y de Lima, la acción proterva de múltiples agentes de Minera Yanacocha en el Congreso, en la administración pública, en los ministerios, en los bancos, en los medios de comunicación, han procurado convertir lo que ocurrió el 2 de junio del 2000 y que fue simplemente un crimen contra el pueblo, en beneficio benévolo para con los perjudicados a quienes se quiso comprar con migajas y paliativos.

Afirma Lot Saavedra: “compañero, ahora le toca al pueblo. Recordarás, organizamos un paro en marzo del 2001 en Choropampa, protestando por los actos delictivos de Yanacocha y sus ayayeros. Todo terminó en un proceso penal en nuestra contra y terminamos pagando S/ 3 mil nuevos soles al Estado porque dijeron que “atentábamos” contra la tranquilidad pública”. La justicia en el Perú es al revés: los perjudicados pagan y los criminales ¡bien gracias!

Minera Yanacocha es una empresa profundamente corruptora: compra periodistas, parlamentarios, alcaldes, clubes deportivos, hermandades religiosas, hasta piedras, con el único propósito que generen loas y apoyo a la actividad contaminante en que incurre a diario. Todos los estudios ambientales están amañados pero nadie los investiga ni fiscaliza. Si algo le sobra a Yanacocha, es dinero contante y sonante y si algo hay en Perú, es la existencia horrible de comprables que disimulan cualquier abuso en toneladas de papel y basura mediática.

Como en Hiroshima luego de más de medio siglo, en Choropampa las secuelas contaminantes y deformadoras del derrame de mercurio de Yanacocha, aún prosiguen su secuela envenadora rica en malformaciones y taras de toda índole. Yanacocha puede tener todo el dinero del mundo, pero lo que no podrá nunca es ocultar la verdad de un crimen lesa humanidad que en cualquier otro lugar, hasta les habría generado el cierre de la mina. Pero la vida de un peruano, mucho peor si es de provincias, ¡no vale nada! Porque hay que exportar y que unos cuantos se enriquezcan. ¡Que nuestros cholos de adentro se pudran parece ser la consigna!

El ex alcalde Lot Saavedra Carrasco es un joven dispuesto a todo por su pueblo y por ello se ganó el respeto de los lugareños y el odio a muerte de Yanacocha que se encontró con un “incomprable”, ave rara que por desgracia no prolifera en el Perú. Sin embargo, allí está siempre trabajando y perenne en la trinchera de combate. ¡Para él nuestro reconocimiento y para el pueblo de Choropampa, a cinco años del crimen, nuestro abrazo solidario de peruanos y hermanos capaces de forjar un Perú libre, justo y culto!

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!