La prensa iraní afirma, quizás para desmoralizar a las tropas del Imperio que parecen a punto de atacar Irán, que las Fuerzas Especiales estadounidenses tienen órdenes de eliminar a los soldados norteamericanos amotinados. Citando fuentes de los servicios iraníes de inteligencia, muy activos en Irak, la agencia MNA iraní indica que más de 300 soldados con problemas sicológicos o que habían protestado por las masacres de civiles, fueron muertos desde la invasión de marzo de 2003 por una unidad especial del Pentágono. Los cuerpos fueron entregados a sus familias, a las que se les comunicó que habían caído en combate. Fuentes médicas del ejército estadounidense anunciaron hace cuatro meses que más de 6,000 soldados destacados en Irak presentaban síntomas de serios problemas mentales. Los informes revelaban también que algunos de esos soldados tenían tendencia a matar injustificadamente civiles iraquíes inocentes, simplemente como vía de escape a su propio sufrimiento mental. Un fenómeno similar fue ampliamente documentado durante la ocupación de Vietnam por el ejército de Estados Unidos.