Rusia depende ante todo de sus propios ciudadanos que, al votar, deciden el modo en que vivirá el país. Depende también de sus dirigentes políticos y en mayor medida de la clase política que propone proyectos al pueblo. Rusia depende asimismo de los precios mundiales de las fuentes de energía que son su principal producto de exportación y que constituyen el renglón esencial de su presupuesto. El país depende igualmente de Europa, que es su principal cliente en este sector de la energía.
Europa no es sólo su principal socio comercial, sino que es un ejemplo para los rusos en lo que se refiere a la cultura y a la vida cotidiana. Al mismo tiempo, creo que Rusia, aunque en menor medida, también depende de la política estadounidense.

Fuente
Izvestia (Rusia)
Diario con una tirada de 430,000 ejemplares, fundado en 1917 como el Pravda.

«От избирателей, политического сословия и цен на нефть», por Konstantin Eggert, Izvestia, 10 de junio de 2005.