Florence y Hussein están libres después de 157 días de cautiverio. Su detención terminó el sábado 11 de junio en Bagdad. La libertad ha triunfado y una inmensa alegría acompaña el final de esta interminable espera. Como todos los periodistas franceses que desde hace 20 años han sido rehenes en todas las guerras del mundo, Florence y Hussein están de vuelta gracias a funcionarios del Estado francés. Si el Estado no los olvida es que la opinión se pone en acción. Ningún periodista ha sido olvidado en una celda, pero este resultado no tiene nada de automático, tan difícil es arrancar a estos hombres y mujeres del mercado de rehenes. Para el éxito de esta liberación fueron necesarios la resistencia de Florence y Hussein, las habilidades y la tenacidad de los funcionarios encargados de su búsqueda en Bagdad, en el Medio Oriente y en París, la determinación del Ejecutivo, y especialmente del jefe de Estado, y la formidable movilización de todos.
Como Francia no formaba parte de la Coalición que derrocó a la dictadura de Sadam, una intervención del tipo GIGN en Irak estaba excluida. No había otra alternativa que la negociación. Los secuestradores de Florence y Hussein son profesionales del secuestro que ocupan una posición importante, si no fundamental, en el atroz mercado de rehenes; que juegan con la nacionalidad de sus víctimas, a veces irakíes; que saben el precio de los periodistas, y, especialmente, el de los periodistas franceses. Esta criminalidad organizada sin lugar a dudas no es ajena a la resistencia en su vertiente financiamiento, incluso si este vínculo, al menos en el caso de Florence y Hussein, no ha sido aún formalmente establecido.
Parece que de todos los rehenes fue en Florence Aubenas que los secuestradores capitalizaron las mayores expectativas, jugando con la espera y el silencio para aumentar la puja. Fue la movilización generosa a favor de la liberación de ambos rehenes la que contribuyó ampliamente a este feliz desenlace. Eso fue lo que impidió que, frente a otros asuntos, la detención de Florence quedara relegada a un segundo plano.

Fuente
Libération (Francia)
Libération ha seguido un largo camino desde su creación en torno del filósofo Jean-Paul Sartre hasta su adquisición por el financiero Edouard de Rothschild. Difusión: 150,000 ejemplares.

«Merci à vous», por Serge July, Libération, 13 de junio de 2005.