Lo que comenzó el 7 de julio de 2004 como un rayo de esperanza, puede terminar en 2005 como un ultraje a la buena fe. Aquella tarde, los gobiernos de Argentina y Venezuela anunciaron que los buques de PDVSA se harían y repararían en el Astillero.

No sólo significaría trabajo, que ya era bastante, sino algo más trascendente, un golpe concreto al neoliberalismo imperialista en el camino de una nueva integración latinoamericana en el contexto del Mercosur y de la Unión Sudamericana de Naciones.

Ambas cosas están en peligro por obra de una Ley del Congreso argentino que establece una privatización encubierta de Astilleros Río Santiago (ARS). Contra esa amenaza se movilizarán centenares de obreros y sus familias hasta la Plaza de Mayo, sede del gobierno, el próximo 7 de julio. Reclamarán al gobierno de Néstor Kirchner que honre sus palabras de un año atrás cuando dijo que “no serán vanas promesas”.

Después de meses de incertidumbre y confusión, la mayoría de los obreros y técnicos tienen serias dudas sobre los 8 buques prometidos por Venezuela para reparar y armar en Argentina. Entre las razones que se pueden señalar están los siguientes:

a) Los Diputados Nacionales del Partido Justicialista (peronista) Oscar Lamberto, José Antonio Romero y Eduardo Camaño, presentaron un Proyecto de Ley (2887-D-2005), que en síntesis propone crear una Sociedad Anónima con participación privada y estatal. Se llamaría ASTARSAPEM o Astilleros Argentinos Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria.

b) La participación del Estado sería del 51% y 49% la privada, casi en un pie de igualdad. Sin embargo, desde la Argentina menemista todo el mundo sabe que estas asociaciones significaron derivar beneficios fiscales, y financieros al socio privado, además de absorber sus deudas y costos.

c) Se pretende absorber deudas de Astilleros Privados como Tandanor que alcanza un monto de 50 millones de dólares, para después estatizarlo.

d) Todo esto surge luego de la visita de Condoleezza Rice a la Argentina.

e) Los obreros de ARS, están convencidos que el mismísimo Ministro de Defensa, el permeable doctor José Pampuro es quién le prestó oídos a la enviada de Bush y como tal ejecuta su política, es decir marginar a quiénes no se sometieron al Fondo Monetario.

La desconfianza de los trabajadores está dirigida esencialmente al Gobernador Felipe Solá, quien fue Secretario de Agricultura de Carlos Menem, Vicegobernador de Carlos Ruckauf, el mismo que firmó el decreto de exterminio de la Guerrilla en Tucumán en el año 1974.

Miran con recelo la confusa política estatal del Presidente Kirchner, porque ambos de un modo o del otro fueron partícipes del Gobierno privatista y entreguista del ex-presidente Carlos Menem; sólo creen en el apoyo del pueblo argentino y depositan un voto de confianza en el Presidente Hugo Chávez Frías, a pesar que las propias autoridades argentinas no invirtieron un sólo peso en la modernización de los Astilleros .

Como si esto fuera poco, el actual Interventor de Astilleros es un Ingeniero Agrónomo Hugo Bilbao, quien jamás había conocido un Astillero, cuando se sabe que en la misma empresa estatal hay personal experto, como ejemplo vale citar un producto genuino: El Ingeniero Naval Angel Cadelli, formado en la escuela de la fábrica.

La luz de alarma se encendió en el pueblo trabajador, el mismo que en el pasado rechazó a las invasiones inglesas y las privatizaciones menemistas, por eso el 7 de Julio de este 2005 se movilizarán desde las 10 de la mañana, rumbo a Plaza de Mayo, seguramente gruesas columnas de obreros saldrán desde Berisso, La Plata [1] y Ensenada, casualmente cuarenta y ocho horas antes del Día de la Independencia.

La noche que el presidente Chávez visitó el Astillero

El 7 de Julio de 2004, el Presidente Venezolano Hugo Chávez Frías, ingresaba a los míticos talleres de Astilleros Río Santiago, ubicado en la ciudad de Ensenada, provincia de Buenos Aires, Argentina... Previo a esto estuvieron otros representantes venezolanos, algunos invitados por el intendente local, Mario Secco. El objetivo fue darles a conocer un lugar que había logrado resistir a la ola privatizadora menemista de los 90, gracias a la lucha de los trabajadores navales.

Fue en aquel acto cuando el Presidente Kirchner anunció que Astilleros sería el símbolo de la recuperación industrial que todos los argentinos soñaban ...y sostuvo con firmeza que no eran vanas promesas que todo iba a cambiar...

Kirchner le cedió la palabra a su par venezolano Hugo Chávez quien empezó a hablar, con vigor y mostrando un real conocimiento de los problemas argentinos, habló puntualmente de todos los caminos transitados para llegar a la Democracia. Habló de CITGO y se quejó enfáticamente de por qué nosotros los latinoamericanos debemos depender de la buena o mala voluntad que tienen los yanquis.

Conmovió a los obreros cuando nombró a Perón o imaginó al CHE a su lado, hizo estallar a los presentes cuando recordó a Evita, dijo que el camino era el que había señalado Simón Bolívar, encendió la esperanza cuando dijo: Aquí se construirán Buques Panamax...

Lágrimas en rostros curtidos que recordaban a muchos de sus centenares de compañeros desaparecidos y la ovación de los dos mil obreros presentes, esa noche del 7 de julio del 2004, El Presidente Chávez fue Venezuela y Argentina en el mismo acto.

[1La Plata, ciudad de 1.000.000 de habitantes y capital de la provincia de Buenos Aires. Berisso, ciudad portuaria de 80.000 habitantes que se destaca por su aporte de inmigrantes de unos 22 países. Ensenada. Ciudad portuaria de 45.000 habitantes que limita con Berisso y la Plata, en 1806 y 1807 rechazó las invasiones inglesas desde el fuerte Barragán.