Según el semanario británico The Observer, un comando especial de la policía iraquí, aun cuando martiriza a prisioneros de la resistencia,
habría sido financiado por la Coalición Anglosajona. Varias fotos tomadas en las morgues y durante exámenes post mortem darían fe de torturas infligidas a los detenidos: quemaduras, estrangulamientos, rotura de miembros y aplicación de corriente eléctrica. Como quiera que sea, la Coalición ha entregado importantes cantidades de armas, municiones y otros medios a dicho comando, que actúa en los propios locales del Ministerio del Interior iraquí. Steve Crawshaw, director de la oficina de Londres de Human Right Watch, ha confirmado las conclusiones de esta investigación. « Ha habido varias tentativas para hacer creer que después de la caída de Sadam Husein todo es color de rosa en Irak. Sin embargo, es horrible lo que ocurre allí con el apoyo de los oficiales y hay que detenerlo», ha declarado.
(Fuente: «UK aid funds Iraqi torture units», por Peter Beaumont y Martin Bright, The Observer, 3 de julio de 2005.)